“El viejo quebracho” que no para de brotar, la opinión de Guillermo Geremía

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“Yo soy un viejo quebracho

atravesando los siglos,

con sus cantares el monte

me fue poblando de nidos.

Yo soy un viejo el quebracho

atravesando los siglos…”

(*) Zamba estrenada en el programa Así son las Cosas de 102.9 La Gospel.

“El venerable árbol de la discordia”  titula un diario suizo sobre la resistencia  de pie que sostiene “el viejo quebracho” de Villa Allende. También en France 24.com el arbolito hecho raíces. (www.france24.com/fr/info-en-continu/20250711-en-argentine-sur-le-trac%C3%A9-d-une-route-l-arbre-de-la-discorde?utm_source=chatgpt.com)

Impensada repercusión internacional de una disputa simbólica que llega al absurdo de querer imponer una victoria , en un  enfrentamiento que tiene el costo de querer  hacer pelear al  fernet y la coca en nuestra- muchas veces incomprensible provincia mediterránea-. El poder económico y/o político tienen todo para perder. Si es que ya no perdieron por la leña anticipada que pretenden hacer del todavía árbol no caído.

La desigual confrontación del tres veces centenario ícono de nuestra flora autóctona y la desalmada incomprensión de gobernantes,  del entorno que los rodea,  para justificar vaya a saber si principios ideológicos o caprichos personales en ejercicio de un poder, ya sobre tierra movediza por empecinarse en desplazar al ancestro habitantes de estas tierras. “Las canciones a veces son de urgencia, esta zambita salió la noche del jueves”, aseguró el juglar costumbrista José Luis Serrano, progenitor de “Doña Jovita”, la más férrea defensora de la tierra,  al estrenar en el programa de radio riocuartense (asisonlascosas.ar) los versos compuestos para homenajear al árbol que resiste.

“He visto como la patria

se vino abriendo caminos,

en las quimeras del tiempo

contra el rigor del olvido.

He visto como la patria

se vino abriendo caminos”.

El camino que se impone al árbol es una obra pública que se realiza en Villa Allende en el Departamento Colón para ensanchamiento de la Avenida Padre Luchesse que conecta esta localidad de 40.000 habitantes con  la Capital de la Provincia ubicada a 20 km. Pablo Cornet, Intendente del PRO aliado primero de Macri y luego de Patricia Bullrich es el que quiere tumbar el quebracho y se muestra inflexible a redefinir la traza de la ruta como ya  ha sucedido cuando en otras puntos de Córdoba el desarrollo inmobiliario quiere llevarse puesta a la naturaleza en el supuesto nombre de un progreso que destruye a la casa de al lado. Córdoba tiene pendiente la aprobación de una Ley de Bosque que proteja la flora tradicional. Hay solamente en pie un 3% del bosque autóctono que supimos tener.

“Para el pueblo es todo un símbolo, no se trata de un árbol sino de la historia debajo de ese árbol”, afirma José Luis Serrano y cuestiona a quienes no escuchan el grito ambiental. “Esto es ignorancia y una especia de soberbia y pensar, descalificando a gente preparada y con estudios, como toda la colectividad de biólogos de Córdoba, va muchos más allá del resultado”, asegura el poeta.

“Antes que Allende le diera

el nombre a su caserío,

los sueños más anhelados

bajo mi sombra han parido.

Antes que Allende le diera

el nombre  a su caserío”.

Organizaciones ambientalistas, brigadistas forestales de “Chiviquin” (todas mujeres de Unquillo),  el Instituto de culturas aborígenes, la FUNAN y vecinos y vecinas de Sierras Chicas instalaron un campamento para defender al quebracho blanco. Los automovilistas que van y vienen de los countries miran con asombro la resistencia de este puñado de cordobeses que obligó a montar un operativo de seguridad policial con vallas de plástico y metal  pero que no ha logrado activar a la Ministra de Ambiente de Córdoba y al Gobernador Llaryora a ejercer su rol con alguna disposición del Departamento Ejecutivo.

La Fundación para la defensa del ambiente, ONG con status consultivo en Naciones Unidas (ECOSOC),  presentó una medida cautelar ‘in extremis’ ante el Poder Judicial, pero la Cámara en lo Contencioso adminIstrativo de Tercera Nominación no les dio la participación que prevé la ley y se limitó a hacer una “tibia” exhortación a la Municipalidad de Villa Allende. A “mal monte fue por leña” el Poder Judicial, el Intendente se identifica a nivel nacional con la Ministra de Seguridad que le gusta cada miércoles gasear y tirar al piso todo “lo viejo” que se le cruce. Hubo una primera acción de amparo judicial presentada que fue apelada. La Justicia ahora tiene argumentos sólidos para contrastar a las falsedades presentadas por Caminos de las Sierras (Concesionaria provincial de los peajes)  y la Municipalidad,  que sólo querían sacarse de encima el quebracho blanco para seguir con la obra tal como fue inicialmente planificada.

“El hecho de que tenga tantos años y más con la herida abierta que tenemos con el desmonte indiscriminado, con esta apetencia de éxitos, con esta frivolidad y este pensamiento simplista como si fuera una leña nada más. Es algo más que un árbol. Si uno lo convierte en leña alcanza para algo más que cinco asados”, ironiza el artista de Traslasierra.

“Entre mis brazos jugaban

los brazos de algunos niños,

yo soy un viejo quebracho

que nace con cada trino.

Entre mis brazos jugaban

los brazos de algunos niños”.

“Yo creo que sería muy saludable respetar el quebracho, sobre todo porque ya está todo el mundo hablando de esto, en otros países también. Están hablando de un arbolito que nunca pensó que iba a llegar a ser tan famoso”, asegura Serrano. Paradójicamente la empresa minera con nombre de árbol autóctono, “El ombú”, aceptó trasladar al “abuelo quebracho” unos 25 metros de donde esta erigido. Antes se habían negado  una decena de empresas de grúas convocadas por el municipio. Rechazaron la infame tarea, unas por convicción, otras por los cuestionamientos en redes que recibieron y las terceras culparon al Intendente de haberlos engañados con el servicio solicitado. Ya parte del daño está hecho porque el árbol parece sometido a los rigores de una terapia intensiva: esta cableado por todos lados con sogas y cadenas, subido a una plataforma de madera y le cortaron raíces.

“No se si el árbol va a sobrevivir pero sé que va a trascender, se que no los olvidaremos más. Siempre hay que caminar juntos, no se puede de una manera desesperada inventar el éxito, si fueran más picaros conversarían”, reclama con simpleza y contundencia José Luis Serrano que pide el diálogo para mantener al árbol de pie. No se trata de perder un quebracho blanco sino repensar la conducta del humano respecto de la tierra que habitamos. Si la lucha de la humanidad se sintetiza en una pulseada entre los buenos y los malos, en Villa Allende esperemos que ganen los primeros y “el viejo quebracho” sigan latiendo. Así son las cosas.

“Me han condenado al destierro

muerte segura y vacío,

después de tanta ternura

soy la canción de un martirio.

Me han condenado al destierro

muerte segura y vacío”.

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