Con la ola polar como telón de fondo, los comedores barriales vuelven a quedar al límite.
En uno de ellos, el aumento es evidente: de 250 viandas pasaron a entregar 400 por día, y muchas de las personas que llegan tienen trabajo, pero no les alcanza para comer.
🧤 “Vienen jóvenes solos, familias numerosas, hasta jubilados. Algunos tienen casa, auto, pero no pueden cubrir lo básico”, relató una de las cocineras.
🍲 En este día helado, preparan polenta con salsa casera, con lo poco que queda.
📦 “No damos abasto. Nos piden comida, pero también frazadas, ropa. Hay desabastecimiento”, cuentan con angustia.
🔥 La crisis económica se siente, y el frío la hace visible.