El comentario de Guillermo Geremía – Una intendencia ‘a la De Rivas’

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Por Guillermo Geremía.

“Ya no hay un cambio de época sino una época de cambio”. A esta frase apela, permanentemente en discursos institucionales y en declaraciones periodísticas, el Intendente Municipal de Río Cuarto, Guillermo De Rivas. El juego de palabras permite abarcarlo todo pero
también es un escape para no decir nada. Y bien lo sabe el docente universitario que está por cumplir un año sentado en el Sillón de Mójica, el lugar con más poder de todo el sur de
Córdoba en la capital alterna de nuestra provincia mediterránea.
Es el capitán de un barco al que le ha costado encontrar el rumbo de gestión y aún no de despeja la bruma para ver el horizonte hacia donde navega el “Imperio del Sur” cordobés. No es porque no conozca la embarcación, tal vez no haya ciudadano con más experiencia para establecer por cuáles aguas transitar. Hace 25 años que viene teniendo funciones de relevancia entre la tripulación y con distintos capitanes. Fue Secretario de Gobierno, Presidente del Tribunal de Cuentas en un gobierno radical, Defensor del Pueblo, Secretario de Participación Ciudadana y nuevamente Secretario de Gobierno para tomar el impulso final para que tras un cuarto agarre el timón del poder. Al primero que hubo que convencer de que Guillermo De Rivas estaba preparado para ser Intendente fue al propio Guillermo De Rivas. Ahí
puede encontrarse la debilidad original.
Un dirigente opositor lo definió por estos días como el “candidato muleto” de Llamosas y el peronismo riocuartense. El plan original era Agustín Calleri pero pasaron cosas y tuvieron que convencerlo a De Rivas para que aceptara. Tras un campaña donde la Provincia y en particular
el Gobernador Llaryora si impusieron retener el poder en la segunda ciudad de Córdoba, De Rivas tuvo en su mochila insumos de sobra para la travesía electoral llegara a buen puerto. Esa mochila llena de recursos es la que ahora no puede sacarse para lograr su propio ADN de gestión. La herencia de Llamosas y los condicionamientos del panal fueron y son su estigma
para gobernar.


“Le costó mucho generar una autonomía propia de gestión y no poder despegar del Estado provincial ni de la anterior gestión municipal”, calificó Javier Rotondo (*), el ex Presidente de la SRRC y actual dirigente nacional de CRA. Y eso que el sector fue uno de los más considerados por De Rivas. Es difícil fortalecer el músculo de la independencia cuando se tiene tantas
ataduras. Y mucho menos en un contexto de deterioro económico y social que nos arrastra a un abismo que ya caímos en la historia reciente del país. En el último año se sumaron a Río
Cuarto 2.500 nuevos desempleados, otros 10.000 vecinos cayeron en la pobreza, casi un centenar de personas viven en situación de calle y la municipalidad deber asistir con ayuda a
40.000 vecinos, el 22% de la población.
Estamos entrando otra vez en el ojo del huracán y no hay señales de quienes están en el puesto de mando de que realmente sepan de lo que está pasando en las bodegas, Pareciera que sólo tienen ojos para lo que ocurre en la cubierta. “De Rivas no dialoga con sus propios funcionarios. La gente sabe que este muchacho no sabe para donde va”, cuestiona Yvon Tesio(*) Tribuno de Cuentas nazarista al advertir sobre la falta de rumbo de la actual gestión
municipal y la pesada ancla que imponen el déficit económico que hoy tiene la Municipalidad teniendo el mismo Secretario de Economía que acompañó 8 años a Llamosas y con celebrados “superávits” tras la pandemia.

Tras tener que navegar 6 meses por la ruta que dejó su antecesor en el hoja marítima del presupuesto municipal, De Rivas logró aprobar el propio con una significativo aumento de los impuestos y las tasas. Para los opositores se trato de un “tarifazo” que se licuó con la caída de la recaudación por la recesión económica y por la negativa del Banco Nación a seguir pagando Comercio e Industria. “Lo conozco a De Rivas y su primer año fue en un contexto muy difícil como país. Sería muy injusto evaluarlo todavía, pero todas las gestiones están condicionadas por un contexto nacional”, le tira como salvavidas el ex intendente Juan Jure (*) que salió de su encierro en el camarote y volvió a caminar por la cubierta viendo que un década después la falta de mantenimiento de la infraestructura vial, es decir “los baches”, vuelven a estar en el
podio de las preocupaciones mundanas. En política la revancha también es un plato que se
como frío.
Esta última semana antes de cumplir el primer año de navegación y tras enfrentar tormentas ajenas y conatos propios pudo De Rivas mostrar una agenda propositiva, más con anuncios
que con hechos. Ordenar los papeles vecinales, inaugurar el Polo Tecnológico que viene de la anterior gestión, anunciar el Master Plan del agua y aprobar la regulación de “los naranjitas”
con tan sólo dos votos negativos en el Parlamento lo sacó de una “tromba” de
cuestionamientos por abortar a la Maternidad como lugar de nacimientos. “Muchos critican y
M dicen qué hay que hacer, pero cuando estuvieron en el gobierno no lo hicieron”, expresó Daniel Reiloba(*), que se alejó antes de terminar la gestión de Llamosas y salió en apoyo de la
medida de De Rivas con la institución centenaria de la calle Kowalk.
Fue la Provincia quien debió mandarle ayuda para que no naufragara con la crisis por la inseguridad subestimada por el Intendente y el Secretario del área con la gestión puesta en el modo vacaciones por eso días. Quedó claro entre febrero y marzo de este año que hay funcionarios que no funcionan y hasta los propios hicieron público ese cuestionamiento. “Hay cosas que me sorprende, como que hace mucho tiempo que no escuchaba a dirigentes de su espacio criticar a su gobierno y al Intendente”, aprovecha para señalar el juecista Humberto Benedetto (*), actual director general del Tribunal de Cuentas de la Provincia de Córdoba.

De Rivas ha derrochado energías por tener presencia en cuánto evento propio o protocolar se
generó en estos 365 días. Esa omnipresencia, alimentada por el marketing político digital de
nuestros días lo llevó a sobreactuar situaciones, como su irrupción con cámaras propias en la
puesta en funcionamiento de la sala de sepelio municipal ante la mirada atónita de los deudos
asistentes. Ejercer el poder también implica seleccionar los momentos para estar o no, o estar sin el registro de su presencia. “El que se siente en el Sillón de Mójica y piensa que es más
inteligente que los demás, hasta ahí llegó. El dirigente municipal que más va a los barrios es al que mejor le va, como lo hizo el ‘Chichara’ Abella”, reflexionó José Waicekawsky (*) referente
del vecinalismo riocuartense, que le reclamo que no lo haya recibido todavía en audiencia solicitada.

El perfil de un gobernante no sólo se determina por los contextos en los cuales les toca tomar decisiones. Económicamente este presente es muy parecido al de la pandemia aseguran los
gerentes de banco con sucursales en Río Cuarto. Pero no se puede ni comparar con el daño que provocó en nuestra psiquis la crisis del 2020. Un político se define también por el grado de compromiso con principios y valores que son esenciales para la condición humana y la vida en Democracia, en eso De Rivas se mostró ayuno. Como así también en sentar clara postura
respecto de las dudas que genera el tener a una empresa familiar contratada como proveedora del Estado por más que los acuerdos vengan incluso desde los lejanos tiempos de gestiones radicales. Ahí también se construye a el perfil de un capitán de tormentas.
Nadie en le puede reclamar a un gobernante que en el 25% de gestión marque una impronta que lo haga pasar a las historia. Pero tampoco puede evitar que su gestión sea emparentada
con los 8 años de obtuvo rédito para construir su propio poder político. Hoy en el Pasaje de la Concepción parecieran estar más preocupados en leer las encuestas sobre gestión que en
intervenir para evitar se consolide una desigualdad social en una ciudad donde los recursos sobran para que 200.000 personas vivan dignamente. Esas cavilaciones son las que marcan el
rumbo de un gobierno. O dejas que las corrientes te arrastren a un municipio a la deriva ola firmeza en el timón te hace pasar a la historia por una intendencia a la De Rivas.
Así son las cosas.

(*) Declaraciones realizadas a 102.9 La Gospel.

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