Brasil publicó las nuevas cifras de la cantidad de afectados por el coronavirus y por segunda jornada en fila se detectaron más de 200 muertes. El total de víctimas fatales asciende así a 1.736.
Según detalló la cartera sanitaria, el 73% de los fallecidos tenía más de 60 años, mientras que el 73 % de las víctimas tenían al menos un factor de riesgo. Entre las comorbilidades más comunes se encuentran enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad, asma, problemas neurológicos o renales.
A contramano de los anuncios oficiales, estudios realizados por varias universidades apuntan que la cifra de contagios en el país sería entre 12 y 15 veces mayor. Si hasta el 11 de abril el gobierno reportaba 20.727 infectados, el cálculo de científicos y estudiantes de la Universidad de San Pablo (USP) y la Universidad de Brasilia (UNB) divulgado esta semana estima que ese mismo día, ya eran 313.288 infectados (15 veces más del registro oficial) en todo el país.
En un pronunciamiento en red nacional, el presidente Jair Bolsonaro incentivó a los brasileños a que vuelvan a sus puestos de trabajo porque el desempleo también provoca “muertes”.
Bolsonaro también ha encontrado resistencia en su propio gabinete, específicamente en el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta. De hecho, durante las últimas semanas rumores acerca de su posible despido, consecuencia de sus discordancias sobre el abordaje de la pandemia, estuvieron a la orden del día.