Oyarzábal, a juicio por encubrimiento en el caso Sabena: «Tengo una sensación de alivio»

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Javier Di Santo, fiscal de Instrucción de segundo turno, decidió elevar a juicio la causa que tiene al exjefe de Investigaciones como imputado por «encubrimiento por favorecimiento personal agravado» en la desaparición de Nicolás Sabena.

Rosa Sabena, abogada y madre del joven se refiere al respecto y, en diálogo con Telediario, comenta que tiene una «sensación de alivio». «Hace ocho años que vengo luchando por esto porque yo a la denuncia la realicé en 2011. En su momento les mostré a los fiscales las pruebas en contra de Oyarzábal, que evidenciaban que favorecía a los Vargas Parra porque se veía que los llamaba antes de cada allanamiento, se comunicaba con la hija de Vargas Parra desde su propio celular particular y desde la flota policial. Fueron tantos años de sufrimiento, de golpear puertas, como me ha tocado todo a mí, entonces tengo una sensación de alivio», expresa.

Y en cuanto a la continuidad de la causa, agrega: «Espero que llegue a buen puerto y que podamos tener Justicia, y que estos delincuentes disfrazados de policía, todos los que denuncié y los que todavía faltan, sean juzgados por ensuciar a una institución tan importante para la sociedad como es la policía».

Luego de tantos años de lucha incansable, Rosa tiene poca fe en el poder judicial general y afirma: «Creo que no hay justicia en Río Cuarto. Hay que hacerla. Acá hay favoritismos. De acuerdo a quien sea, las cosas se hacen más rápido y no hay obstáculos. A mí me llevó 6 años poder sentar en el banquillo de los acusados a los Vargas Parra y 8 años para que eleven la causa a juicio de los policías. Hay que luchar y siempre somos las madres, los familiares de las víctimas las que tenemos que luchar, salir a poner el hombro, ser investigadores, ser abogados, aprender de leyes, dejar nuestra vida, nuestros sueños, dejar a nuestra familia de lado y relegar nuestro rol de madre, de esposa porque la Justicia no nos da una respuesta y nosotros seguimos sufriendo por nuestros hijos».

Por otro lado, cuenta con absoluta convicción que «si los policías involucrados, Pereyra, Oyarzábal, Salinas, no le hubiesen avisado a Vargas Parra, yo a mi hijo lo hubiese encontrado, hubiese encontrado su cuerpo porque mi hijo está muerto pero por lo menos no viviría con esta angustia desde hace once años y este dolor que no me deja vivir».

«No es justo que una madre haya tenido que estudiar abogacía, insistir permanentemente ante la Justicia, pelear con los fiscales, pelearme con todos como me peleo diariamente y que haya tenido que realizar yo una investigación para que se eleve una causa a juicio. Eso no es justo», concluye con tristeza.

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