En virtud de las subas en electricidad, combustibles, transporte, prepagas y alimentos (sobre todo carnes y frutas) las estimaciones de inflación para el mes de febrero ya rondan el 4%, lo que significa un incremento respecto al registro de enero que alcanzó el 2,9%.
Según el Relevamiento de Precios Minoristas (RPM) que realiza la consultora EcoGo, la inflación de febrero fue de 4% y en el primer bimestre del año se registró una suba del 7%.
En cuanto a uno de los rubros, o tal vez, el más observado como alimentos y bebidas, avanzaron un 3,8% mensual y acumuló un alza del 6,1% en el primer bimestre. En los últimos 12 meses, la suba fue del 46,5%.
Ante estos datos, el Banco Central ya anunció oficialmente que buscará incrementar al menos hasta mitad de año la «dureza» de su política a través de la cual controla la cantidad de pesos en circulación. Esto podría significar que las tasas de interés se mantendrán en niveles altos.
La autoridad monetaria informó que por decisión de su Comité de Política Monetaria (COPOM) absorberá del mercado más pesos de lo previsto inicialmente, y así mantendrá una política dura de tasas de interés hasta mayo inclusive.
Así, el organismo que conduce Guido Sandleris y que esperaba hasta el mes pasado un 29% de inflación para todo 2019, anunció mediante un comunicado que va a sostener por los próximos tres meses «el sobrecumplimiento registrado en febrero» de la meta de base monetaria. Esto significa que tendrá que retirar más pesos, lo que le exigirá una dureza mayor en sus licitaciones diarias de Leliq.
El próximo 14 de marzo cuando el Indec dará a conocer el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero pero antes, este miércoles, se difundirá el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central y que sigue los principales pronósticos de inflación de las consultoras especializadas.