Darío Pérez colgó la sotana: «Tenía en claro que no podía vivir mi vida solo»

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Darío Pérez decidió colgar la sotana. El párroco de la Iglesia San Roque y coordinador de la Pastoral de Adicciones, busca ahora trabajo y un lugar donde vivir tras resolver oficialmente que abandonará el sacerdocio. La decisión surge luego de una polémica desatada por un operativo policial y el presunto hallazgo junto a una mujer en un camino rural. El párroco, de fuerte impronta social, lo niega y asegura que la medida fue pensada «mucho antes» y está ligada a «convicciones personales».
«Fue todo un proceso de vida, personal y familiar, que tiene su historia y su tiempo. Hoy lo comprendo con otra perspectiva y libertad de corazòn. Siempre tuve en claro quien soy yo. Es lo mejor que me puede pasar hoy. Uno no deja de tener pregutnas, que alguna vez se convierten en cuestionamientos. Yo no me voy a meter en otra cosa jamás, tengo mucha paz. Nunca use el sacerdocio ó la Iglesia para nada», enfatizó en diálogo con el programa Póster Central, de FM Gospel.

– ¿En cuánto influyó tu decisión en que se conociera un audio policial que se señalaba que te habrían encontrado junto a una mujer?
– (Se ríe) En nada, porque mi decisión fue anterior. Fue un acontecimiento entre cómico y gracioso para quien conoce la verdad. Quien està de otro lado, tiene mil preguntas.

– ¿Pensó en denunciar el accionar policial?
– Podría haber hecho eso y muchas cosas más. No lo hice por una cuestión de respeto al policía. Nunca me enojé, ni le agarré rencor. Simplemente hablé con la jefatura a la que pertenece él y el otro policía. Después vi una foto del policía y supe que tiene un hijo. Me sinceré conmigo mismo y dije que no quería hacerle daño. Se equivocó pero no tengo nada que perdonarle porque no estoy enojado. Lo que hice fue esperarlo y al otro día esta persona fue a mi casa y hablamos en profundidad. Le hice escuchar los audios, lo reconoció y me pidió disculpas. Si alguno tiene un juicio moral que lo haga. Le pregunté qué podía hacer para revertir esto y lo que hizo fue una disculpa pública.

– Esto que te sucedió a vos, ¿crees que es una oportunidad para debatir el celibato y la posibilidad de que los párrocos puedan tener una pareja?
– Creo que sí. Para mi, hacer las cosas de cura fue una alegría hermosa, pero tenía en claro que no podía vivir mi vida solo. Y no porque no me banque la soledad, sino por experimentar el amor concreto e incondicional. Alguna vez alguien me dijo: «Darío, al mundo venimos de a dos». Hay signos de preguntas alrededor a esto y yo lo debatí en el ámbito de los curas.

– Detrás de este debate surgen otros: si la restricción de una conducta biológica y natural de las personas, como son su vinculación con lo sexual, no termina siendo un elemento que suma a episodios como la pedofilia…
– Hay una responsabilidad mayor en quien debe cuidarte y termina dañandoté. Esto tiene mucha gravedad, pero no está sujeto a un tema de celibato porque la mayor cantidad de abusos sexuales se da en el ámbito familiar. Pero, es un signo de preguntas si el celibato ayuda a que la persona pueda desarrollarse y pueda dar lo mejor de sí.

– ¿Cómo imagina su vida a partir de ahora?
– Voy a seguir con mi compromiso con los más pobres, en la cárcel y con las personas que sufren adicciones. Estoy tratando de ordenarme. Estoy buscando trabajo y un lugar. También estoy ayudando a mi hermana a construir su casa.

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