Un policía que declaró ante el fiscal habría señalado fuertes falencias en el cuidado de la escena del crimen que habrían llamado la atención del fiscal.
El fiscal Luis Pizarro resolvió iniciar una nueva ronda de testimonios en la investigación por el crimen de Nora Dalmasso y crecen las dudas sobre el futuro de la causa que tiene a un único imputado, el viudo Marcelo Macarrón. Pizarro asumió la instrucción tras la salida del fiscal Daniel Miralles, quien parecía decidido a una elevación a juicio con Macarrón como principal sospechoso. Sin embargo, la nueva etapa abre un interrogante: ¿Pizarro confía en lo actuado por Miralles ó buscaría otras alternativas? ¿Por qué volver a citar a quienes ya declararon hasta tres veces en el expediente?
Entre las personas citadas a declarar aparecen amigos y familiares de la víctima, policías que estuvieron en la instrucción -uno de ellos actuó el día en que hallaron el cuerpo de Nora- y allegados a las personas que estuvieron junto al viudo en el torneo de Punta del Este, el fin de semana del 25 de noviembre de 2006, cuando asesinaron a la mujer en el chalé de la calle 5, en la Villa Golf.
Un policía que declaró ante el fiscal habría señalado fuertes falencias en el cuidado de la escena del crimen que habrían llamado la atención del fiscal. Pizarro habría resuelto reunir las declaraciones cada martes y jueves, con la presencia de los abogados defensores de Macarrón.
La causa aparecía estancada, sin la repercusión pública de otros tiempos. Los riocuartenses siguen con escepticismo el accionar judicial tras 12 años de impunidad.
La defensa del viudo, representada en Marcelo Brito, aún aguarda una pericia aeronáutica solicitada al ex fiscal del caso, en la que busca refutar la posibilidad de que Macarrón viajó desde Punta del Este, asesinó a su esposa y luego regresó a Uruguay para ganar por única vez en su vida un torneo de golf.
A pesar de la expectativa inicial, Pizarro ni siquiera habría iniciado la actividad pericial.
El fiscal es subrogante en la Fiscalía N° 1 de Río Cuarto, además de estar a cargo de la fiscalía móvil de lucha contra el narcotráfico en las circunscripciones que corresponden a Tercero Arriba y Río Cuarto.
Nora fue hallada muerta, desnuda, estrangulada con el cinto de su bata, en la cama de su hija. Estaba sola en su casa y había regresado poco después de las 3 de la madrugada de una cena con amigas. Antes, había respondido un último mensaje del contador Guillermo Albarracín, quien confesó haber sido su amante y estaba con Macarrón, en Punta del Este. No había desorden en la escena del crimen y el asesino sólo se llevó uno de los dos teléfonos de Nora.
El ADN del viudo aparecía tanto en partes íntimas de la mujer como en las sábanas y el cinto de la bata con que fue estrangulada.