Independiente del Valle le ganó 2-1. El «Xeneize» arrancó arriba con un gol de Pérez, pero el local lo dio vuelta por intermedio de Cabezas y Angulo. La revancha será el 14 de julio en La Bombonera.
Boca Juniors dejó su invicto en esta Copa Libertadores al caer este jueves a la noche por 2 a 1 ante Independiente del Valle, en Ecuador, por la ida de las semifinales de este certamen, que lo tiene como único representante argentino en la competencia.
Por empezar, Boca sufrió por derecha con Bryan Cabezas, a quien no lograba controlar Leonardo Jara.
Pero, cuando no se esperaba siquiera que los visitantes arrimaran peligro a la valla defendida por Daniel Azcona, una triangulación entre Carlos Tevez, Nicolás Lodeiro y Pablo Pérez terminó con gol del ex Newell’s y Unión a los 12 minutos.
Por eso, cuando Tevez perdía la pelota, Fernando Zuqui no la encontraba y Andrés Cubas la veía pasar por los costados, el balón era propiedad de los locales.
Además, Darío Benedetto tampoco pesaba arriba y entonces Boca empezaba a apostar a la resistencia, algo para lo que surgían como abanderados los centrales Daniel Díaz y Juan Insaurralde.
Un parate de tres minutos, porque un par de torres lumínicas se apagaron, le dio un respiro a los “xeneizes”, y, aunque no volvieron a encenderse en su totalidad, al menos alcanzaron para terminar la primera etapa.
Quizás esa falta de luminosidad fue lo que le impidió al árbitro asistente Alexander Guzmán observar cómo en el cierre de esos 45 minutos iniciales el arquero Azcona tomó dentro de su arco el balón tras un envío bombeado del propio Pérez.
Las características del juego no variaron con la llegada del segundo tiempo, ya que Boca siguió sin encontrar la pelota, cuando la tuvo para la contra la administró mal, sobre todo cada vez que pasó por los pies de Tevez, y Jara siguió padeciendo a Cabezas.
A tal punto lo padeció el ex Estudiantes de La Plata al moreno delantero que, en un centro cruzado de derecha a izquierda sobre el cuarto de hora, se resbaló y le permitió concretar la paridad con un derechazo cruzado.
Y, si esas posibilidades, que fueron cuatro en la segunda mitad, dos en los pies de Tevez y las restantes en los de los uruguayos Nicolás Lodeiro y Rodrigo Bentancur, existieron realmente, fue sencillamente porque los ecuatorianos defendían tan mal como los “xeneizes”, aunque atacaban mejor.
Por esto, fue que Boca dejó su invicto en los 2.850 metros de altura de Quito (llevaba cinco triunfos y la misma cantidad de empates) y los ecuatorianos sumaron su sexta victoria en la misma cantidad de presentaciones como local, la última justamente ante River Plate por 2 a 0 (lo eliminó al perder 1 a 0 en el Monumental).
Sin embargo, a pesar de sus males, la llave quedó abierta para los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto, que fueron acompañados por 2.000 hinchas en el Atahualpa, de Quito, pero el próximo jueves tendrán unos 40.000 más alentándolos en La Bombonera, con la ventaja de al menos haber convertido un gol como visitantes. Y contarán, además, con el retorno de su “joyita”, el suspendido delantero Cristian Pavón.