Nuevas armas para la defensa del sistema inmune

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La investigadora principal del CONICET, Adriana Gruppi, y su equipo trabajan en el estudio de las características y funciones de los linfocitos B. Son los conocidos por todos como los glóbulos blancos. Células que forman parte de la sangre y producen anticuerpos. Son las únicas del cuerpo que cumplen esa función pero, además, los investigadores lograron observar que tienen otras tareas muy importantes en la defensa del organismo frente a agentes externos.
“Las hemos analizado desde distintos puntos de vista pero nos interesa ver otros roles diferentes a la producción de anticuerpos, porque en el sistema inmune participan distintos tipos de células, interviniendo de múltiples maneras que se desconocen”, comenta Gruppi.
Por ejemplo los linfocitos T  son los encargados de liberar citoquinas, unas proteínas que ayudan a potenciar las respuestas de otras células. Los macrófagos son unas células que destruyen a otros microorganismos y son potenciados por las citoquinas. El interés de Gruppi se vuelca a estudiar también a los linfocitos B como productores de citoquinas.

Mal de Chagas
“Ante una infección con Trypanosoma cruzi, es que se nos ocurrió incubar el linfocito B con este parásito, causante de la enfermedad de Chagas, y observamos que estimulaba a los linfocitos B para que produzcan anticuerpos.
Sin embargo, conviene aclarar que, si bien el trabajo investigativo se realizó con Trypanosoma cruzi, los resultados no implican una solución para la enfermedad de Chagas. “Este es un descubrimiento que aporta a la inmunología en general ya que esta citoquina,está implicada en muchos procesos autoinmunes e infecciosos”, concluye Gruppi.

Fuente CONICET

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