Consiste en un “excipiente coprocesado”, un ingrediente que sirve para que los comprimidos se disuelvan más rápidamente en la boca y que le den mejor sabor. Llevaron adelante este trabajo investigadores de la Universidad de Córdoba.
Los comprimidos que nos llevamos a la boca cuando estamos bajo algún tipo de tratamiento contienen una mezcla de componentes de los cuales una ínfima parte representa el “agente activo”, el que tiene efecto farmacológico. El resto del fármaco lo completan materiales que se denominan… excipientes y son el “relleno” indispensables de la medicación.
Los excipientes tiene distintas funciones, pero lo más importante es que ayuden a disolver rápido la formulación en la boca de quien lo ingiere.
Un nuevo método de fabricación y tipo de excipiente es lo que patentaron científicos de la UNC- Facultad de Ciencias Químicas (FCQ), el CONICET, la Universidad Nacional de Sur (UNS) y la Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI- Bahía Blanca).
El grupo de científicos registraron un excipiente coprocesado elaborado mediante un método de secado para ser transferido a la industria. Lo integran dos compuestos, manitol y polivinilpirrolidona (PVP), que son disueltos y luego secados –a través del método de spray-, llegando a una forma cristalina de rápida solución.
Las pruebas realizadas mostraron que este excipiente permite que el comprimido se desintegre en menos de 20 segundos. Y al contener una azúcar (el manitol), el mal sabor del fármaco queda “enmascarado”.
“Este tipo de excipientes son muy importantes para pacientes con dificultades para tragar, ya sea por razones de edad o por problemas en la boca”, apunta Daniel Allemandi, del Dpto. de Farmacia de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC, y uno de los autores del desarrollo tecnológico.
“La tendencia tecnológica actual- cuenta Allemandi- es mezclar uno o dos excipientes y coprocesarlos. Pero hay distintos métodos, nosotros los disolvemos y luego los secamos, lo que hace que tengan mejores propiedades: partículas más redondas con mayor capacidad de hincharse y de captar agua, que es lo que hace que se rompan y disuelvan rápidamente”.
Según Allemandi, lo que les impulsó a crear este nuevo método es que existe solo una empresa (extranjera) en la Argentina que fabrica excipientes coprocesados, pero con otro método y que es mucho más caro y menos eficiente.
“Nuestro método para obtener excipientes coprocesados tiene la ventaja de que se obtiene el mismo resultado o uno mejor que el que desarrolla esta empresa, pero con un proceso más económico, a través del secado con spray, que se usa mucho en la industria farmacéutica y alimenticia, por ejemplo para el secado de la leche en polvo,” señala Allemandi.
Los excipientes son materiales no activos pero sí pueden afectar la actividad farmacológica de la droga que vehiculiza si el comprimido no se desintegra en tiempo y forma, de allí su importancia. Además cumplen un importante rol en que el comprimido tenga una forma y dimensión precisa, y que permita su manipulación.
“Ahora esperamos transferir estos nuevos conocimientos a la industria farmacéutica, a las empresas que se dedican a la fabricación de excipientes”, concluye Allemandi.
Fuente: www.unc.edu.ar
Horacio Vivir Mejor