El Consejo Superior decidió otorgar un subsidio de 10.920 pesos al Centro de Estudiantes de Ingeniería, tras el principio de incendio que sufrió la sede en la que funcionaba. Ese dinero estará destinado al pago de las becas que deben cobrar los alumnos que trabajan en las fotocopiadoras ahora fuera de funcionamiento por el siniestro, ocurrido el pasado viernes 10 de junio.
El hecho fue detectado alrededor de las 23, tras que alguien que pasó por allí y dio cuenta de la existencia de humo en el lugar. Participaron los bomberos y se determinó que el origen fue el recalentamiento de un monitor.
Desde entonces, ese espacio físico está clausurado e inhabilitado para el uso corriente que los alumnos de Ingeniería desarrollaban, particularmente la producción y provisión de apuntes de estudio.
El cuerpo colegiado decidió apoyar a los damnificados, particularmente a quienes son becarios de ese Centro de Estudiantes, puesto que cuentan con esa ayuda económica para costear sus estudios. Son cinco becarios por turnos de seis horas. Y cada uno percibe 6.50 por hora.
“La fotocopiadora es la fuente de ingreso que tiene el Centro de Estudiantes, de lo cual destina un 87 por ciento en becas y el resto en actividades, cuyo objetivo es mejorar la condiciones para los estudiantes, generando una Universidad inclusiva, popular, de excelencia académica y científica”, indicaron lo peticionantes, a través de una nota que lleva la firma Mariano José Casacchia, presidente del Centro de Estudiantes de Ingeniería. Y agregan: “Los estudiantes necesitamos contar con las fotocopias necesarias para estudiar para los últimos parciales del cuatrimestre y para el primer llamado después del receso”.
Los estudiantes mencionaron que en este siniestro perdieron dos computadoras completas, un sistema de audio, dos luminarias completas, 50 carpetas, insumos y abrochadoras.