Egipto: Las protestas contra Mubarak ya se cobraron 140 vidas

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A pesar de haber sido instruidos para que hicieran respetar rigurosamente el toque de queda, los militares -como pudieron comprobar los periodistas presentes- de hecho no reprimieron a los manifestantes.


El presidente Hosni Mubarak nombró a los generales Omar Suleiman y Ahmed Shafik respectivamente vicepresidente y premier del futuro gobierno egipcio, pero la iniciativa no llevó a un cese de las protestas callejeras, que prosiguieron ayer por quinto día consecutivo, acompañadas por una dura represión y episodios de saqueo.
La mayor parte de los movimientos opositores juzgaron insuficientes los nombramientos de Suleiman y Shafik, incluyendo el ex responsable de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA), Mohamed El Baradei, con la notable excepción del principal entre ellos, los Hermanos Musulmanes. «Estamos satisfechos», dijo a ANSA Mohammed Habib, destacado y veterano miembro del movimiento islámico, quien agregó sin embargo que «auspiciamos que estos nombramientos sean el preludio para que las reivindicaciones populares sean atendidas, y ante todo la exigencia de que Mubarek se vaya».
Baradei, que regresó a su país natal y ahora lidera la Organización Patriótica para el Cambio (OPC) fue mucho más crítico, estimando que «los nombramientos de Suleiman y Shafik sólo le sirven al régimen para ganar tiempo: porque Mubarek no ha comprendido lo que quiera la gente, y la gente no quiere más generales».
Sea como fuere, los manifestantes volvieron ayer a desafiar el toque de queda impuesto por las autoridades a las 16.00 (hora local) y ante la desaparición de la policía de las calles del Cairo y de las principales ciudades egipcias, fueron los militares, apoyados por tanques y medios blindados, quienes tomaron la situación en mano.
A pesar de haber sido instruidos para que hicieran respetar rigurosamente el toque de queda, los militares -como pudieron comprobar los periodistas presentes- de hecho no reprimieron a los manifestantes, que permanecieron en la calle después de las 16.00 e incluso después del anuncio de los nombramientos de Suleiman y Shafik.
De hecho, se multiplicaron las escenas de fraternización entre militares y ciudadanos revoltosos, que se acercaban e incluso se subían a los tanques, pidiéndoles a sus ocupantes que se unieran a su protesta.
Esto, sin embargo, no ha impedido que siga creciendo el número de muertos en los choques entre manifestantes opositores y fuerzas de seguridad: Al Jazeera difundió ayer un primer balance de poco menos de 100 muertos, a los que hay que agregar 12 muertos en Beni Suef, a unos 120 kilómetros al sur del Cairo, y por lo menos 31 muertos en Alejandría.
Al caer la noche en el Cairo, a su vez, se informó de nuevas manifestaciones violentas: la sede de la Dirección Central del Fisco de Egipto fue incendiada esta noche por grupos de manifestantes.
l edificio se encuentra muy cerca del ministerio del Interior, donde poco después murió un manifestante, alcanzado por el disparo de un franco tirador, según informó Al Jazeera.
La ausencia de fuerzas de seguridad o militares fuera del centro de la capital, a su vez, llevó a una multiplicación de los ataques, robos y saqueos, sobre todo en las zonas residenciales y los barrios más exclusivos del centro urbano del Cairo, donde viven unas 24 millones de personas.
Según fuentes coincidentes en diferentes partes de la ciudad, grupo de hombres armados están sembrando el terror entre los habitantes, que ante la ausencia de las fuerzas de policía y de los militares han comenzad a organizar milicias civiles para proteger sus barrios.
Anoche, afirmó una fuente, el vandalismo en la sede del Partido Nacional Democrático (PND) de Mubarak «fue más que nada un acto simbólico», y las cámaras de Al Jazeera mostraron que el centro comercial Arkadia fue saqueado hasta por mujeres y niños que se llevaban tranquilamente muebles y otras mercaderías, pero hoy el clima cambió sensiblemente.
Con la llegada en la ciudad de decenas de presos que han escapado de las cárceles del Cairo y sus alrededores, el nivel de violencia ha aumentado, lo que ha llevado muchos residentes, luego de la euforia de los días pasados, a encerrarse en sus casas al caer de la noche.
En las zonas más alejadas del centro, donde hay menos percepción de seguridad y los rumores de los saqueos llegan amplificados, grupos de ciudadanos han llegado a erigir barricadas y patrullas de voluntarios, para controlar la situación en la calle.

En Giza, la ciudad a 20 kilómetros del Cairo donde se encuentran las pirámides de Keops, Kefren y Micerino, así como la Esfinge, estos monumentos han sido cerrados al público y las autoridades han desplegado un impresionante dispositivo de seguridad.
El patrimonio histórico y arqueológico de Egipto estuvo hoy al centro de la atención internacional al difundirse imágenes del Museo Egipcio del Cairo, en las que se podían ver los efectos de actos de vandalismos perpetrados contra restos centenarios de las antiguas civilizaciones locales.

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