La previa en los boliches

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A raíz de la problemática de abuso de alcohol en fiestas fuera del ejido municipal de Río Cuarto.
A raíz de la problemática de abuso de alcohol en fiestas fuera del ejido municipal de la ciudad de Río Cuarto, es que me obliga a realizar este comentario. Y digo fuera del ejido porque la ciudad tiene mecanismo para evitar ese abuso a menores; problema rápidamente subsanado al ampliarse el espacio de control municipal. Para comenzar me referiré al sociólogo Hugo Miguez, quien expresa que los verdaderos responsables de la previa es “la publicidad que indica cómo adquirir la perfección desde una bebida, la comercialización de alcohol a domicilio y la mirada tolerante y des-comprometida de los adultos naturalizan el descontrol y el consumo de ciertas sustancias como parte del encuentro juvenil”.  Los movimientos grupales de la primera parte de la noche, convocan a un espacio doméstico de consumo de alcohol que tiene un lugar registrado interiormente del esparcimiento nocturno. Conocido como “la previa o pre-boliche” es la instancia precedente de apresto emocional de jóvenes, muchos menores, por el sendero de las bebidas alcohólicas y, eventualmente con otras drogas, para que unas horas después tengan el encuentro con la música. El abuso se presenta como una forma de adquirir una «onda positiva» para la pertenencia social, más que un mecanismo de ensimismamiento depresivo. Si «no hay drogados felices”, según Olivenstein, si ésta es su explicación, la misma no acaba de dar cuenta acerca de por qué se pretende del refuerzo de la química, en un encuentro de intercambio supuestamente  placentero. Así las cosas, puede ser entonces que la dilucidación del “letargo químico previo” no sea fielmente la infelicidad, sino la vivencia de no creerse capacitado para enfrentarla…si se presenta. Frente a esto, una sensación «engendrada» por el alcohol y otras drogas aplaca la presión del encaje social y da el “maquillaje” necesario en las reuniones de la juventud. Es cierto que la iniciación social desde siempre y en todos lados no ha sido fácil, sobre todo entre los 12 a 15 años, donde la pertenencia tiene que ganarse. Pero hay otros participantes que del mismo modo son parte del juego. Invariablemente hay alguien que adquiere una ganancia y otro que la hace posible. El pre-boliche no transcurre sólo por cuenta de los jóvenes. La publicidad que indica cómo adquirir la perfección estética y social desde una bebida, el sistema de comercialización de las sustancias con delivery a domicilio y, la mirada tolerante de la familia, ¡que es donde transcurre la previa! reconocen la naturalización del descontrol como parte del encuentro juvenil. Estoy diciendo que esto no implica solo a los jóvenes. El escenario de hechos brutales con menores descompuestos por el alcohol o desaparecidas por horas de la familia, los actos de violencia y accidentes debe ser cuestionado igualmente desde las otras responsabilidades que están en juego. Especialmente las que provienen de la búsqueda de ganancias. Para los jóvenes, el alcohol es la droga preferida. La realidad es que los adolescentes consumen alcohol con mayor periodicidad y en mayores cantidades que todas las otras drogas ilícitas combinadas. A pesar de que la mayoría de los chicos de entre 10 y 14 años no han emprendido a beber aún, el inicio de la adolescencia es un período de especial riesgo para comenzar a experimentar con el alcohol. Mientras algunos padres se sientan virtualmente tranquilos de que su adolescente «solamente» beba, es elemental recordar que el alcohol es una droga poderosa que trastorna el estado anímico. El alcohol no sólo perturba la mente y el cuerpo de diferentes formas, sino que los adolescentes no están preparados para razonar el ambiente ni tienen la capacidad para enfrentar al alcohol de manera inteligente. Un resultado: los accidentes de tránsito provocados por adolescentes bajo los efectos del alcohol son una causa importante de muerte y discapacidad entre los jóvenes. El consumo de alcohol también está ligado a las muertes de jóvenes por inmersión (ahogarse), incendio, suicidios encubiertos por juegos de alto riesgo (como los ya comentados en Rosario de la Frontera) y homicidios. Uno debe preguntarse ¿Porqué una asesoría exhorta tanto en la necesidad de que los padres comprendan y apoyen a sus hijos, para evadir el consumo de alcohol entre ellos? Los especialistas están de acuerdo que la mejor manera de influir en sus hijos para que no tome, es conservar una relación sólida y de confianza mutua. Las investigaciones indican que los adolescentes tienden a empezar más tarde a consumir alcohol, cuando tienen un estrecho vínculo de apoyo con un padre. Y si no obstante, si un hijo o hija comienza a beber, una buena relación lo ayudará a resguardarlo de las dificultades que pueda traerle la bebida. Se precisa alzar el vuelo de un marco ético para poder desafiar la adversidad. Incluso la adversidad que puede representar un grupo de pares que califica en la fiesta quien sí o quien no. Incluso la adversidad de un mundo en el que la publicidad puntualiza y la educación va a oponer resistencia.
LIC ELENA FARAH

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