Carnerillo, la conmoción de una localidad que no sale del asombro

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Video: Nota con el fiscal Di Santo

Producir S.A. fue un gigante de la producción rural en la región, con el barro financiero carcomiendolé los pies. Los vecinos recuerdan con nostalgia los tiempos en que un centenar de personas trabajaban en la empresa. Hoy son solo 40 y algunos ni siquiera viven en el pueblo. La compañía trabaja en la siembra y cosecha de maní que emergen de campos propios y alquilados…

Carnerillo no sale de la conmoción tras convertise en protagonista de un violento atentado que sorprendió a la localidad y que afectó a una empresa insignia de la productividad en el pueblo.
En la madrugada del sábado, a las 4,15, el estallido de una bomba casera en el frente de la firma Producir SA dispuso el quiebre de una tranquilidad pueblerina.
El infierno es grande en un pueblo de cientos de habitantes que comienzan a entrelazar sospechas que estaban instaladas mucho antes del estallido.
Al momento del siniestro, solo dos policías custodiaban Carnerillo. Estaban recorriendo el sector con un móvil debido al desarrollo de una fiesta de cumpleaños y otros eventos sociales.
Minutos antes de la explosión habían pasado por el frente de la empresa y no observaron nada extraño. A las 4 también se produjo el arribo de Angelino a su tradicional panadería. No vió a nadie en actitud sospechosa, ni vehículos merodeando el lugar.
Cuando la onda expansiva destrozó vidrieras de una casa de electrodomésticos, la panadería, una tienda, un bar y locales comerciales en alquiler, la primera presunción ligó el hecho con una falla en un calefactor.
Los vecinos estiman que se demoró 3 horas en disponer un operativo cerrojo en las rutas. Tiempo suficiente para que los autores hayan desaparecido sin dejar rastro aparente.
Para el fiscal Javier Di Santo la sospecha sobre el móvil económico entre los acreedores de la firma de Amelio Caffaratti podría ser el nudo para el desenlace de la causa.
Producir S.A. fue un gigante de la producción rural en la región, con el barro financiero carcomiendolé los pies. Los vecinos recuerdan con nostalgia los tiempos en que un centenar de personas trabajaban en la empresa. Hoy son solo 40 y algunos ni siquiera viven en el pueblo.
La compañía trabaja en la siembra y cosecha de maní que emergen de campos propios y alquilados.
Los dueños habían apelado al aporte de prestamistas para sustentar la viabilidad el económica pero la apuesta significó un cerrojo que puso en riesgo un millonario capital.
En la Justicia de Río Cuarto se investiga un préstamo de 2 millones de dólares otorgado por Leonardo Passarini, quien se habría quedado a cambio con bienes por 47 millones de dólares. En el medio surge también la disputa por Cariloo SA., una firma con domicilio en Capital Federal y de la cuál Producir SA es el principal accionario.
Pese a la caída económica, los trabajadores que continuaban en la sede de la empresa en Carnerillo, todos agremiados en UATRE, no habían sido protagonistas de conflictos. Hoy agradecen a Dios que la bomba fuera solo una advertencia de una madrugada de fin de semana, en lugar de una tragedia en plena tarea laboral.
Algunos recuerdan el incendio en una celda de la Planta de Acopio en La Carlota que «nunca quedó demasiado clara». El fiscal investigará el hecho pero todavía no hay nexos con el brutal ataque del sábado.
El siniestro de una cosechadora y hasta un presunto conflicto con el propietario de un campo en Santa Eufemia emergen como antecedentes que podrían ser un eslabón más del comentario en el pueblo, ó ejes que la Justicia deberá evaluar en su real magnitud.
Cafaratti no aportó datos de validez a la instrucción y en el pueblo advierten que no fue visto en las últimas horas por las calles de la localidad. 
La lista de acreedores que comenzará a analizar el fiscal podrían relevar datos que serán cotejados con correos electrónicos y llamados recibidos por el empresario. Passarini aparecería en esa lista y desde la fiscalía de Di Santo no descartan nada.

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