Robben, el silencioso

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Lleva a sus espaldas la ilusión de todo un país, tiene madera para convertirse en la estrella del Mundial e incluso despierta respeto a su próximo rival, la orgullosa Brasil. Pero el holandés Arjen Robben optó por vestir el traje de jugador humilde y de equipo.

«Yo solo no puedo lograrlo», dijo el delantero del Bayern Múnich ante los cuartos de final que Holanda y Brasil, firmes candidatas al título, disputarán mañana a las 11 (hora argentina), en Port Elizabeth.

Sin dudas no podrá solo, pero todo indica que Robben será una de las claves en el duelo contra el pentacampeón. Si la sólida defensa brasileña tiene alguna debilidad, esa es el lateral izquierdo Michel Bastos, responsable en principio de anular a Robben.

En ese duelo podría decidirse el próximo campeón del mundo: tanto en Holanda como en Brasil se toma el partido como una final anticipada, el escollo más duro de superar antes de alzar la copa.

«Para nosotros, el duelo contra Brasil será un punto de inflexión. Si lo superamos, podemos lograrlo», había dicho el crack holandés ya hace dos semanas, cuando ni siquiera había pisado Sudáfrica.

Robben viajó más tarde al país por una lesión en el muslo izquierdo que también le impidió jugar los primeros partidos. «La selección y yo no parece hasta ahora hagamos una pareja feliz. Cada vez que vienen los partidos grandes, me ocurre algo», reconoció.

Pero ahora llega uno de esos choques que atraerán la atención del mundo entero, y Robben estará ahí. «La carrera antes de mi gol contra Eslovaquia fue un gran momento. Si hubiese tenido problemas en el muslo, habrían saltado ahí. Pero no sentí nada. Fue una sensación maravillosa», dijo el delantero, de 26 años.

La estrella «oranje», sin embargo, quiere más. «Puedo jugar aún mejor», dijo pese a haber acaparado la atención de todo el mundo tras la victoria contra Eslovaquia.

El mensaje hace temblar Brasil. «Arjen es un jugador poderoso», admitió el defensor Juan. «Nuestra primera tarea será anular las pelotas que vayan hacia él. Es el principal paso en el camino a la victoria».

En eso coincidió la ex gloria de la «seleçao» Romario: «Si desactivas a Robben y a Sneijder, Holanda apenas tiene peligro», dijo el campeón de 1994.

Pese a todo, Robben siguió intentando rebajar las expectativas en torno a su figura. «Tenemos algunos jugadores que pueden marcar la diferencia», señaló, aunque subrayó que su rival es favorito. «Contra Brasil vamos por primera vez como tapados. En realidad, esto no nos había ocurrido nunca en dos años», dijo casi aliviado.

El punta tiene otro motivo para el optimismo: «Se puede esperar que Brasil quiera jugar, y esto nos dará más espacio», que podrían ser utilizados por Robben y por los que, a fin de cuentas, podrían colarse en el único objetivo de Holanda: «Queremos ser campeones del mundo».

 

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