La historia de Inés Char es similar a la de muchas mujeres argentinas. El momento económico que atraviesa el país, llevó a que personas (con trabajo estable) iniciaran microemprendimientos para poder incrementar sus ingresos y llegar a fin de mes.
«Todo comenzó en el garage de casa con las venta de algunas ropas de mi familia que ya no usábamos. Con el paso de los meses, otras personas nos fueron trayendo más ropas que tomamos en consignación para la venta y en la actualidad, esta nueva actividad me ocupa varias horas del día», así nos cuenta Inés, una riocuartense que al igual que otras a instalado en su casa su propia pequeña empresa.
«Debido a que el poder adquisitivo ha disminuído, la gente opta por comprar en los outlets donde los precios considerablemente más bajos», asegura Inés Char.
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