Con graves problemas de deterioro de los recursos naturales y de degradación de los suelos se celebra el Día Mundial de la Tierra

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En la Argentina desde hace unos años nos encontramos frente al problema de los desmontes indiscriminados y el monocultivo, una práctica que se ha generalizado a partir de la soja, pero que ya tuvo en algunas regiones de la provincia de Córdoba, expresiones similares aunque en menor medida en la década del ‘70 con el cultivo del maní, sobre todo en cuanto al monocultivo.

PRENSA UNRC –  Desde 1970 se celebra hoy el Día Mundial de la Tierra cuando el 22 de abril de este año tuvo lugar en Estados Unidos la primera manifestación masiva en este país, con muy altos índices de contaminación, con la participación de 20 millones personas en su mayoría jóvenes, para conmemorar el Día de la Tierra convocados por el senador demócrata estadounidense Gaylord Nelson, quien dedicó gran parte de sus esfuerzos en la vida pública y privada para la defensa de los recursos naturales frente una creciente agresión al ambiente de la maquinaria industrial de mercado.

Aún hoy Estados Unidos es uno de los países que reniega de la disminución de los índices de contaminación de los recursos naturales y del manejo adecuado para la preservación de estos recursos, entre ellos, uno de los más preciados: la tierra. No es el único, en la misma línea otros monstruos del sector industrial miran para otro lado frente a los graves daños que está sufriendo el planeta.

En la Argentina desde hace unos años nos encontramos frente al problema de los desmontes indiscriminados y el monocultivo, una práctica que se ha generalizado a partir de la soja, pero que ya tuvo en algunas regiones de la provincia de Córdoba, expresiones similares aunque en menor medida en la década del ‘70 con el cultivo del maní, sobre todo en cuanto al monocultivo. Lo que trajo como consecuencia una paulatina, luego muy importante, baja de los rindes y destrucción de los suelos.

A propósito actualmente y como señal de las dificultades de las discusiones que generan los temas ambientales tenemos en Córdoba la postergación del debate sobre la Ley de Bosques que definiría sectores donde no se podría desmontar a fin de preservar las especies autóctonas.

Gaylord Nelson

En cuanto al senador Gaylord Nelson había estudiado Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad de Wisconsin y murió en 2005.
Con aquella multitudinaria manifestación Nelson había logrado la fuerza política para reclamar y lograrlo efectivamente la creación de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, que allanó el camino en el país del Norte para la creación de Ley del Aire Limpio y la Ley de Aguas Limpias 1972 y la Ley de Especies en Peligro de Extinción de 1973.
La instauración del Día de la Tierra tuvo como objetivo generar conciencia sobre el abuso del medioambiente, difundir problemáticas comunes como la contaminación, la conservación de la biodiversidad, proteger el suelo y promover la educación ambiental, entre otros cometidos relativos al cuidado del la vida en todas sus expresiones.

Más del Día de la Tierra

Tras la conferencia de Estocolmo en 1972, el día de la tierra paulatinamente dejó de tener gran repercusión social hasta que en 1990 el activista ecológico Denis Hayes logró que el 22 de abril sea declarado el Día Mundial de la Tierra, jornada que convocó a más de 20 millones de personas en 141 países que manifestaron en defensa del medio ambiente.

Otros hitos en defensa de la tierra es la elaboración de La Cart de la Tierra que se inicia en la Cumbre de Río 1992 y que con aportes de diversos especialistas del mundo presenta su versión final en la cumbre de la UNESCO en París en el año 2000.

Entre otros aspectos, la Carta de la Tierra, sostiene: “La Tierra es nuestro hogar y el hogar de todos los seres vivos. La Tierra misma está viva. Somos parte de un universo en evolución. Somos miembros de una comunidad de vida interdependiente con una magnificente diversidad de formas de vida y culturas. Nos sentimos humildes ante la belleza de la Tierra y compartimos una reverencia por la vida y las fuentes de nuestro ser…”.

En la UNRC

Pese a que este año no hubo tantas actividades en la UNRC para celebrar el Día de la Tierra, el tema de la contaminación y del medio ambiente son motivos de debate y preocupación permanentes en los claustros universitarios lo que queda demostrado en los diversos foros, conferencias y congresos, entre otras convocatorias, que se realizan habitualmente en el campus. Algunas de las ideas que se pudieron escuchar en este sentido el año pasado se describen a continuación.

José Gobi doctor en Economía Ambiental, dijo que “en términos globales el problema más amenazante y preocupante es del cambio climático en el mundo”.

El doctor José Gobi, egresado de la Universidad Nacional de La Pampa, ingeniero en recursos naturales, master y doctor de la Universidad de Florida en Economía Ambiental, estuvo en el campus de la UNRC para dictar el curso Principios básicos de ecología en la Maestría en Gestión Ambiental que se cursa en la Facultad de Agronomía y Veterinaria.

Remarcó que es un momento sumamente grave para el medio ambiente global y que las consecuencias pueden verse en los cambios climáticos que ya se están produciendo. También dijo que en la Argentina los principales problemas ambientales son la degradación de los ecosistemas, la pérdida de biodiversidad y la degradación de suelos. Reconoció, a su vez, que los grandes países industrializados son los principales responsables de las emisiones gases que llevan al efecto invernadero.

Agregó: “El desafío del medio ambiente, no digo que sea el único pero sí creo los más importantes, es el del cambio climático. Un problema global más allá de algunos problemas más cercanos para nosotros como la degradación de ecosistemas, pérdida de biodiversidad, degradación de suelos, que están afectando mucho a nuestro país. Sin embargo, en términos globales el más amenazante y preocupante es el tema del cambio climático en el mundo.

Se trata de un problema global que debe implicar consecuentemente la preocupación de todos los gobiernos y habitantes del planeta, tanto como parte del problema, al afectar el medio ambiente con nuestros comportamientos, como parte de la solución. Cabe aclarar –agregó- que los países en vía de desarrollo no somos los responsables históricos de una problemática que inicia fundamentalmente por un aumento en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, producto fundamentalmente de la combustión de combustibles fósiles. Y en esto los responsables son más que nada los países desarrollados por sus actividades industriales, usos excesivo del automóvil, entre otras amenazas que pueden generar cambios climáticos con consecuencias desconocidas y potencialmente catastróficas”.

Sobre el rol de las grandes potencias en esta discusión dijo: “Hoy las grandes potencias están midiendo más que el daño al medio ambiente sus intereses económicos y estratégicos en el mundo. Hay un juego de negociaciones con países que están analizando que poner sobre la mesa donde tenemos propuestas encomiables para promover desarrollo sustentable pero también hay que tener en cuenta que hay intereses de poder que tiene mucha influencia en esta discusión. Creo que es importante que los países se sienten a negociar con mínimos acuerdos para poder encarar la problemática de cambio climático”.

También anticipó que los resultados de la reunión en Copenhague no serían muy auspiciosos porque las negociaciones lamentablemente están trabadas. “Como siempre en todas estas cuestiones están por supuesto las relaciones de poder. Y creo que los países desarrollados deberían disminuir algunos niveles de consumo en bien de la humanidad”.

 

Justo Zanier

Por su parte, durante las Jornadas de Bioética 2009, Justo Zanier, presidente Honorario de la Asociación Argentina de Bioética sostuvo que “las únicas herramientas para revertir la grave situación climática y ambiental del planeta son la ética y la educación”. Calificó como “muy preocupante todo lo que está pasando a partir de las alteraciones climáticas, los cambios en el hábitat y lo poco que cuidamos el planeta” y agregó que “la única manera de pode revertir este problema es cambiando la actitud y para eso tenemos como únicas herramientas la ética y la educación”.

Zanier expresó dudas acerca de si hay tiempo para salvar el planeta frente a cambios que se producen muy aceleradamente en una sociedad de consumo donde más que ciudadanos “nos a tratan todos como clientes”.

Sin embargo se mostró optimista acerca de que las grandes potencias ayuden a mejorar estas problemática de medio ambiente y climáticos porque “ya es evidente la gravedad del problema” y “si acá no hay un cambio no va a haber más planeta. No queda otro remedio que ser un poco más equitativo, distribuir más justamente la riqueza, combatir la pobreza y sobre todo la corrupción política, que lamentablemente en nuestro país es mucha”.

Tras lo cual instó a generar un “debate con un compromiso urgente para lo cual necesitamos informarnos y debemos conocer que van a hacer los políticos para defender el medio ambiente, creo que la sociedad debe madurar en este sentido. Ojalá estemos a tiempo de salvar el planeta”.

Respecto a la sojización como un elemento de gran perjuicio para el medio ambiente sostuvo que “las políticas hacen que la gente cada vez siembre más soja por su rentabilidad y en realidad creo que una estrategia es que se incentiven por parte del gobierno por diversas estrategias para la siembra de otros cereales como el trigo o el maíz. Sería una forma de desalentar el cultivo de la soja, por supuesto, que hay muchos intereses en torno al tema. Pero tenemos que darnos cuenta que estamos todos en el mismo barco y el beneficio es relativo y efímero porque después todos vamos a sufrir las consecuencias”.

Fernando Barri

El profesor Fernando Barri, docente de la carrera Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional Córdoba, también estuvo tiempo atrás en el campus, en las Jornadas de “Degradación de los suelos, cambio climático y Ley de bosques”.

Fernando Barri es docente de la Universidad Nacional de Córdoba de la cátedra de Problemática Ambiental en la carrera de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas. Y técnico del Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables de dicha casa de estudios.

Explicó que “la situación de los bosques nativos es crítica, la situación ambiental en Córdoba es crítica, es una de las provincias que más bosques ha perdido en los últimos años y diría que es una de las regiones del mundo que más ha sufrido la pérdida de bosques nativos lo que conlleva a serios problemas ambientales y sociales. Quiero remarcar que no solo se trata de pérdidas ambientales, como la pérdida de animales y vegetales asociada a la pérdida de bosque, sino que al perder los bosques la sociedad pierde servicio ecosistémico”.

“Los bosques cumplen una función muy importante, por ejemplo, captan el agua, ayudan a depurarla, evitan su escurrimiento muy rápido, una serie de servicios que a la sociedad en su conjunto le sirven. Al faltarnos los bosques –afirmó- comienzan los procesos de desertificación, baja la productividad de los suelos, entre otros aspectos”.

Sobre las causas de la pérdida de bosques nativos, expresó: “Son causas antrópicas, generadas por el ser humano, por malas políticas de gestión y de ordenamiento de los recursos y creo también por una desmedida ambición de lucro. Los bosques básicamente han desaparecido de la mano de las topadoras que intentan reemplazar esas áreas con cultivos. Este fenómeno se ha dado en el norte de Córdoba, con la soja transgénica, donde vemos que se están llevando estos cultivos ha esa zona que no es apta para este tipo de agricultura, que a largo plazo pueden convertirse en desiertos, lo que afectaría a toda a esa región”.

En cuanto a la Ley de Bosques sostuvo que es “una Ley que se llama de presupuestos mínimos e implica que todas las provincias deben hacer un ordenamiento de su territorio y tratar de proteger un mínimo de bosques de nativo para que tenga funcionalidad social. A esto apunta la ley y cada provincia tiene que hacer un ordenamiento. Esto es un proceso largo, que implica mucho consenso entre los dueños de la tierra, los productores, comunidad de campesinos, instituciones, ONG; y la sociedad en general. Creo que un consenso nos llevaría a proteger lo poco que nos queda”.

Agregó que a pesar de que “la Ley prohíbe el desmonte mientras no esté el ordenamiento, los desmontes continúan y creo que este es un momento clave para poder actuar porque la Ley en sí sola no es de mucha utilidad si la gente no participa y no reclama

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