Por Dr. Mario Lódolo
Para borrar toda clase de arrugas o conseguir una boca a la Angelina Jolie, las sustancias de relleno suelen ser “la opcion”, no duran para siempre, es verdad, pero, bien aplicadas, logran cambios tan impactantes como veloces. aquí, todas las opciones.
Llegan, se instalan y –como algunos familiares en plena temporada de vacaciones- “no se van más”. Hablamos de las arrugas, claro. O cuanto menos de algunas de ellas. De ésas que, con el correr del tiempo y de las morisquetas, se nos acomodan en la cara para nunca más moverse de allí.
Somos humanas, claro, y nuestro modo de gesticular (casi tan intransferible como el color de ojos o las huellas dactilares) acaba impreso en nuestra propia cara. El punto es que – más allá de los probados talentos de la toxina botulínica tipo A para impedir que nuestra frente termine convertida en una especie de mapa caminero ambulante- inmovilizar al músculo que genera la arruga es tratar sólo la mitad del problema. Porque, hecho esto, ¿Qué pasa con el surco resultante? ¿Qué hacer con el “corte” más o menos alevoso que siempre implica para la piel toda morisqueta más o menos frecuente? Pues contra eso, dicen los entendidos, los rellenos (así, en plural, porque hoy existen decenas de tipos y marcas de ellos) son la opción más adecuada.
Básicamente, porque lo que hace el relleno o filler es justamente, rellenar la arruga (igual que como hace el enduido con la grieta de una pared), logrando de este modo un cutis sin antiestéticos desniveles. Ahora bien, convengamos que no siempre la culpa es de nuestros gestos. A menudo, y aunque semejante legado no nos haga demasiado felices, heredamos de nuestra familia- por ejemplo- un surco nasogeniano más que bien definido. Tanto que hasta quizás, al mirarnos al espejo, sintamos como si alguien hubiera trazado una especie de corte en forma de medialuna que va desde la base de la nariz y llega hasta la comisura de los labios. Pues bien, parece que también “regalitos” familiares de esta índole pueden ser abordados desde la técnica de filling o relleno, y con muy buenos resultados.
Identikit de un aliado
Los rellenos son sustancias sintéticas, biológicas o siliconadas que se emplean para dar volumen a cualquier zona que lo haya perdido con el correr de los años. Los rellenos también se usan para emparejar superficies. Por ejemplo, en el caso de une piel con cicatrices de acné. Pero básicamente se recurre a ellos para tratar las arrugas y los surcos del rostro, porque permiten obtener excelentes resultados, en muy poco tiempo, sin someterse a una intervención quirúrgica y a un costo más conveniente. No en vano, en Europa se lo llama la cirugía de última generación. En el inicio de esta técnica, se usaba como relleno la grasa del propio paciente, algunas siliconas o bien el colágeno bovino.
Pero con el correr de los años, el desarrollo de las investigaciones, la creación de nuevos productos los fillers se han convertido en las nuevas estrellas del cielo estético. Y razones hay de sobra. Para comenzar, no exigen internaciones, ni cortes, ni suturas. La aplicación demanda en promedio una hora, sólo se aplica anestesia tópica o local, el tratamiento es ambulatorio y los resultados son visibles de inmediato o bien, en cuestión de horas. En cuanto a su duración, si bien antes se apostó sobre todo a los rellenos permanentes, a raíz de algunos inconvenientes suscitados por el empleo de determinados materiales hoy la tendencia es otra. Los especialistas prefieren materiales biocompatibles, biodegradables y por ende con una vida útil ciertamente más breve y tranquilizadora.
Lo bueno si breve …
En la actualidad, los rellenos que pueden ser eliminados con el correr del tiempo y que por eso mismo se denominan “temporarios” están en la cresta de la ola. Son los que duran entre 4 y 8 meses. Este cambio en las preferencias se debe en parte a que esta clase de materiales permiten logar resultados mucho más naturales y también a que los rellenos de duración limitada permiten ir haciendo retoques a lo largo del tiempo. Como uno no sabe de que manera va a ir envejeciendo una determinada persona, con esta clase de fillers puede ir tomando decisiones sobre la marcha.
Y, además. Ir incorporando nuevos productos a medida que estos van llegando al mercado. De todos modos, hoy en día la anterior puja entre rellenos permanentes y temporarios ha dado paso a una armónica convivencia entre unos y otros. De hecho, y dado que en materia de rellenos suele trabajarse por capas, a menudo se utilizan rellenos permanentes para las capas más profundas y temporarias para las superiores. ¿Cuáles serían, de acuerdo con los expertos, las premisas básicas para sacar el máximo provecho de una técnica como esta? Bien podríamos hablar de la regla de las tres B, esto es buenos profesionales, buenos productos y buenas técnicas.
Dicho de otra manera, lo primordial es ponerse en manos de de médicos competentes y con experiencia de esta práctica, exigir el uso de productos seguros y de calidad.