La reflexión desafía al pánico de las epidemias

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¿Poseerá cierta intencionalidad política el engrandecer el hecho de la epidemia de México?, creería que sí, sino no cabría otra explicación ante tanta exposición que trae la misma. Estoy ligando epidemia real-publicidad de la misma. Nuestros alumnos tienen que aprender a relacionar hechos pasados para sacar sus propias conclusiones; ya que existieron situaciones anteriores de alto riesgo de epidemia, que costaron la vida de muchas personas.

¿Por qué digo esto? Porque el número de infectados no ha llegado a ser ni al 1% de la epidemia de cólera de 1994 y a menos de 0.01% de la gripe aviar de hace pocos años, que dejó más de un millón de muertos y se trataba de un virus más agresivo. El problema parece ser tan grande como la publicidad que se le dé y no por la carencia de soluciones para resolver un problema.
La actual epidemia recién tiene (hasta el 30 abril) 312 casos de infección comprobados, 166 de los cuales han fallecido. La gran epidemia de fiebre porcina del año 1918 dejó 50 millones de muertes, de estos 1 millón en España. La epidemia de cólera de los años 90 dejó más de 300.000 víctimas en el continente. La peste negra aniquiló un tercio de la población europea, peste que después se supo era la peste llamada Bubónica. El cerdo fue considerado un animal inmundo por el Antiguo Testamento porque causaba pestes que aniquilaban poblaciones enteras, esa peste después fue conocida como Triquinosis. Pero ahora es diferente, existen conocimientos acerca de las plagas, también existen medios aunque resulten escasos y sobre todo la información que viaja a velocidades muy grandes respecto de aquellas épocas. En Argentina que hay epidemias por partida doble, la de dengue y ahora la de fiebre porcina, el tema ha dominado por completo los medios de prensa y el lenguaje corriente de la población en la calle.
En los años 90, cuando hubo una epidemia de cólera en Latinoamérica, que produjo muchas muertes e infecciones a otros tantos de miles de personas, el tema dominó el debate por un tiempo. Se acusó del mal a la pobreza, la explotación del hombre por el hombre y otras acusaciones que hemos escuchado hasta el hartazgo. En Argentina hubo en esa época dos epidemias, una de ellas era el cólera y la otra la del dengue. ¿Podríamos pensar que la epidemia de fiebre porcina la ha venido utilizando el gobierno argentino para quitar de los medios de prensa la otra epidemia, la de dengue? Porque lo tenía como amenazado por la desidia preventiva en los medios de prensa y quizás por eso ¿lo ponía en peligro de una posible derrota electoral?. La epidemia de dengue compromete al gobierno mucho más que la de fiebre porcina, porque las causas principales de la fiebre de dengue son como consecuencia de no haber hecho nada al respecto para prevenir que la epidemia rebrote una vez más. Se trata de una plaga endémica (estable en una región), pero controlable con fumigación y desinfección periódica. Es una cuestión de interés político por el bien común, nada más.
Creo que una de las miradas ignoradas por la educación, que es no solo información para el desarrollo y desenvolvimientos armónicos a través del conocimiento; sino también para derrumbar mitos y temores sin fundamentos científicos que lo avalen. Y esto es sumamente importante para que cada alumno desarrolle una actitud crítica ante tanta vertiginosidad de información, que relega la reflexión al no dejar un espacio necesario para un análisis sabio, y así arribar a una conclusión personal y grupal de todos los acontecimientos que nos llegan por los medios masivos de comunicación y los TICs.
Sabemos que el peor enemigo de la salud es la ignorancia, pero no sospechábamos que  el peor enemigo de las pandemias es el temor. Por lo tanto seguimos a Marc Siegel, médico investigador quien dice:“el virus mas peligroso es el del pánico, el miedo puede ser más riesgoso para la salud que el contagio real, los pánicos son infecciosos y la exageración de los medios los potencian”.
Para terminar una frase Sufi “Un camello es mas fuerte que un hombre; un elefante, más grande; un león mas valiente; el ganado pude comer más. Pero el hombre fue creado con el objeto de aprender”

LIC ELENA FARAH

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