La Demanda Laboral Insatisfecha al cuarto trimestre de 2008

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Actualmente uno de los problemas más relevante relacionados al reclutamiento de personal por parte de las empresas es la escasez de mano de obra calificada. El mercado laboral registra un creciente faltante de especialistas y mano de obra, que afecta las posibilidades de expansión de numerosas actividades, principalmente las ligadas a la industria. El aumento de la desocupación en los ´90 y su profundización durante la posterior crisis tuvo efectos que se proyectaron en el tiempo. Una del as consecuencias de la desocupación prolongada es la pérdida de capacidades laborales, especialmente en los sectores de mayor calificación y, más aun, en los que tienen un ritmo acelerado de cambio técnico.

Desde el año 2005 el INDEC realiza la medición denominada Demanda Laboral Insatisfecha para medir esta cuestión encuestando a diferentes empresas del sector privado pertenecientes a distintos sectores productivos. Se define la demanda laboral insatisfecha como la ausencia de oferta idónea de trabajadores para responder a un requerimiento específico por parte de las empresas, organismos públicos, o cualquier otra organización que actúe como demandante de sus servicios; expresado mediante avisos en los diarios o Internet, carteles en la vía pública, búsquedas de boca en boca, etc.
Según lo relevado por INDEC al cuarto trimestre de 2008, el 29,7% de las empresas encuestadas realizó búsquedas de personal. Los mayores porcentajes de búsquedas se dan en los grupos de servicios sociales y de salud 51,0%; fabricación de productos farmacéuticos 46,9%; servicios a las empresas y profesionales 46,9%: servicios de correos y telecomunicaciones 44,4% y comercio al por mayor 40,0%.
Del total de las empresas que realizaron búsquedas de personal, el 8,8% no logró cubrir alguno de los puestos requeridos; los grupos en los cuales se dan los mayores porcentajes son: fabricación de productos de caucho y plástico; servicio de transporte por vía acuática y aérea, y otros servicios anexos; confección de prendas de vestir; curtido y fabricación de artículos de cuero y servicios de asociaciones.
Con respecto a la calificación solicitada, en el 42,5% de los casos se requirió calificación profesional (título universitario o superior), en el 25,1% calificación técnica (título secundario o terciario) y en el 32,4% calificación operativa (sin requisitos de educación formal).
En cuanto al género, el 34,5% correspondió al masculino, el 2,2% al femenino y en el 63,3% no se plantearon restricciones. También surge del relevamiento que el 68,4% de los pedidos de personal no cubiertos respondió a requerimientos de sectores dedicados a producción y mantenimiento, el 24,0% para gerencia, administración y sistemas y el 7,6% restante a pedidos del sector ventas y comercialización.

ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE FUNDACIÓN EGE CON LA COLABORACIÓN DE Lic. María Luján Fernández Rotelli – MIEMBRO DE FUNDACIÓN EGE – info@fundacionege.org

 

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