No podemos dar crédito a lo que hemos oído. Lamentablemente es algo que se repite en todo el país. Unos «jovencitos» estaban en un cine, molestando y no dejando ver la película en paz. Una joven de 21 años, cansada de que no se comportaran, le arrojo gas pimienta. ¡La que se armo! Policía, bomberos, ambulancias y autoridades. Pero no termino ahí esta contravención. Un padre de los «pobrecitos nenes» ha presentado ante los Tribunales una demanda penal contra la joven.
Es de no creer. ¿Quien esta impulsando a este pobre padre a iniciar esa acción judicial? Pensemos sobre el caso. El papá le «suelta la mano» a los chicos ya que no puede estar siempre a su lado para cuidarlo. Por eso, los educan en la casa y ahora, pocas veces en la escuela. En este caso en particular debemos determinar si fueron no educados o no aprendieron. Las autoridades del cine no impusieron orden, lo que si se hacia antes. De una oreja eran expulsados al «hacerse los vivos» La joven portaba un artefacto de venta libre que tiene el propósito de defenderse en esta época de inseguridad.
Hasta ahí, todo bien. Pero que un padre salga a demandar penalmente defendiendo al hijo «revoltoso» es el comienzo del fin. Si no lo educo, pues es un mal educado y habría que ver quien tiene la culpa. ¿O será un abogado que otea que puede sacarle unos «mangos» a alguien? Esta bueno seguir el caso y ver como termina. Eso marcara el futuro ya que si todo se tolera, después a no llorar por los rincones.
Atentamente
Juan R Bell
92061605
Rio Cuarto