Muros y delivery vs acciones sociales protectoras

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En esta pos modernidad la droga y la violencia se insertan en sociedades fragmentadas en las que todos nos sentimos de algún modo ajenos. Es como si se hubieran perdidos las pasadas solidaridades comunitarias para ser substituidas por solidaridades administrativas. La desilusión de la modernidad se comprueba, y nos preguntamos consternados por donde hay que empezar la reconstrucción ciudadana. Las instituciones que marcan las categorías sociales sobre la cual el país había sido fundado, están bajo los escombros, y sabemos que: “donde faltan instituciones sólidas falta libertad”.

Metafóricamente hablando, como un pianista acompaña a una soprano, todo Estado debe acompañar a la sociedad en su marcha hacia un continuo crecimiento, pero siempre el concierto lo da el pianista. ¿Por qué esta introducción? Estamos viviendo en sociedades que no terminan de ordenarse, y el orden es necesario para trabajar las complejidades que nos habitan, muchas de ellas nos lastiman, sobre todo cuando hablamos de niños y adolescentes. Podríamos decir, simbólicamente, que vivimos “entre muros y delivery”, es decir intentamos levantar muros para separar lo que se considera lo bueno de lo malo, y por el otro lado tenemos un marketing muy fuerte para el fácil acceso de sustancias prohibidas como el paco, que llega a manos de nuestros jóvenes de clase media a través de ese mecanismo.
Para evitar todas estas distorsiones que van ocupando espacios dejados por nuestra sociedad adulta, podríamos  preguntarnos que tipos de intervenciones haríamos como personas, educadores, cientistas, familia, etc., para ayudar a la re-construcción de una ciudadanía perdida y la otra tiene que ver con la tarea de la re-inclusión social de los excluidos. No nos olvidemos que en épocas de elecciones, ciertos políticos prefieren mantener excluidos parte de la población, manteniéndolos con“cloacas a cielo abierto y pocas y deficientes clases educativas”(al decir de M. Grondona), para lograr mayor dependencia y por ende aumentar el caudal de votos; a contramano de los países mas desarrollados que buscan aumentar el caudal educativo y económico de esas personas como base del desarrollo social. ¿Por qué todo esto? Todavía nosotros vivimos una historia episódica, llena de discontinuidades que no han permitido que cristalizara una genuina cultura republicana. En general, lo que se llama los tiempos de la república, fueron tiempos de exclusión social en los que sí había república, pero muy pocos ciudadanos. Si de ciudadanía se trata, esta va unida a una palabra que se llama “convivencia”, y son momentos de cambiar las pautas de la misma cuando la realidad así lo demuestra. Tal es el caso del Dto. De San Justo de la Pcia. de Córdoba. Sobre la base de consensos y diálogos están intentando implementar nuevas e innovadoras normas y acciones para proteger a niños y adolescentes, anticipándose a posibles situaciones de riesgo a la que están expuestos, como la libre oferta de alcohol y droga, generadoras de hechos de violencia como nos enteramos diariamente. Hubo planteos de horarios de los menores de 10 años, que deben estar en su casa antes de las 21 horas, sino son llevados por los mismos funcionarios que entran en acción en este proyecto; de esta manera obligatoriamente le están dando a los padres un protagonismo sustantivo. Cual sería la idea matriz: ordenar la ciudad poniendo los límites necesarios, exigiendo así a cumplir a cada ciudadano con el rol que le corresponde como ser social y para el bien común. No sabemos el resultado, pero lo bueno es que se está movilizando la masa ciudadana, saliendo de los espacios de rutina teórica para arriesgar acciones concretas y diferentes para provocar el reordenamiento de la comunidad en que viven.
“El natural desarrollo del sentido social dentro de una comunidad es alcanzar niveles superiores. Solo el grupo integrado por diversos tipos de personas tendrá la probabilidad de revivir las posibilidades reales de esa comunidad”.

LIC ELENA FARAH

 

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