El fiscal de Cámara pidió duras penas para la pareja acusada de abusar de su hija de 11 años

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El doctor Alejandro Cabrera solicitó 23 años de prisión para el padre y 20 para la madre. Además, pidió 14 años para el remisero que participó de los abusos. Los abogados de los acusados reclamaron la absolución. La jornada de alegatos se extendió durante varias horas. Los acusados enfrentan una imputación por «abuso sexual con acceso carnal; corrupción de menores, abuso sexual sin acceso carnal con sometimiento gravemente ultrajante para la víctima calificado y corrupción de menores calificada».

El fiscal Alejandro Cabrera pidió duras penas para la pareja que habría abusado de su hija desde los 11 años en una vivienda de Huinca Renancó y la habría obligado a prostituirse, en hechos ocurridos durante el 2006.
En los alegatos, que se desarrollaron en la Cámara Primera del Crimen, Cabrera solicitó 23 años de prisión para el padre y 20 para la madre de la criatura.
También requirió 14 años de condena para un remisero de la localidad que habría participado de los aberrantes hechos.
Por su parte, el doctor Félix Nieto, abogado del remisero, y el doctor René Bossio, asesor de la pareja, reclamaron la absolución de sus defendidos.
Nieto manifestó a Telediario que «no hay elementos de prueba contra el acusado» y evaluó que «la declaración de la jovencita está llena de contradicciones».
El testimonio de la menor en la Cámara Gesell fue prueba clave para la acusación contra los presuntos autores de las violaciones.
El próximo 20 de marzo, el Tribunal integrado por los jueces Nora Sucaría, Virginia Emma y Jorge Piovano, dará a conocer la sentencia.
Los padres enfrentan una imputación por «abuso sexual con acceso carnal; corrupción de menores, abuso sexual sin acceso carnal con sometimiento gravemente ultrajante para la víctima calificado y corrupción de menores calificada».

Violación

Según surge de la investigación del fiscal, en el 2006, un vecino de la localidad del sur provincial llegó a la vivienda donde reside la madre de la menor y con el consentimiento de la mujer ingresó al dormitorio donde se encontraba la víctima. Allí se encerró y, tras una feroz golpiza, sometió sexualmente a la niña provocándole lesiones que fueron corroboradas por el análisis del médico forense Guillermo Mazuchelli.
La adolescente admitió que había sido accedida «desde hace tiempo sin su consentimiento, bajo amenazas por personas de su conocimiento».
La madre, «en reiteradas oportunidades le ofreció a la menor prostituirse si queria tener plata».
El segundo hecho ocurrió el mismo año y tuvo la participación de la madre y su pareja. En una habitación de la vivienda, ambos mantuvieron relaciones frente a su hija y luego comenzaron a golpear a la pequeña.
Del dramático contexto participó la progenitora, quien -según surge de la investigación- «la manoseó y la obligó a tener relaciones con el hombre que la acompañaba».

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