Hace escasos días la primera mandataria convoco a una reunión de embajadores de República Argentina para encomendarles que estimularán las ventas nacionales al exterior, así como que capitales foráneos vengan a invertir a nuestro país; esa iniciativa si bien loable y necesaria, aunque tardía no deja de llamar la atención, porque se contradice con los hechos oficiales en la materia.