Video: Asunción de Mana y nota con el intendente Jure.
Con Guillermo Mana, Economía se convirtió en un bunker clave en la toma de decisiones. Como principal contraste al legado de Rins y Terzo, el flamante secretario buscará centralizar el gasto y asumirá un rol de contralor sobre todas las áreas. Quien fuera el mentor del cuestionado fideicomiso tendrá la difícil tarea de normalizar las cuentas y dejar un margen económico para que el intendente pueda cumplir con el programa de gobierno que prometió en campaña.
Por Pablo Callejón (pjcallejon@yahoo.com.ar) Centralizar el gasto, evitar una agudización del malestar colectivo por los impuestazos y recuperar el equilibrio de las finanzas con margen de maniobra para dinamizar una alicaída gestión. Estas serán las prioridades para el flamante secretario de Economía, el nuevo hombre fuerte de la gestión de Juan Jure.
El master de Economía Guillermo Mana es un hombre esencialmente técnico dispuesto a ganar en el terreno de la política. Su paso por estructuras partidarias, previo a la convocatoria de Antonio Rins, fue efímero y de segundo plano. Acompañó desde Río Cuarto al radical liberal Ricardo López Murphy pero no asumió un rol protagónico en la campaña presidencial del ex ministro de Economía de Antonio De la Rúa.
Con Rins fue secretario de Desarrollo Económico y dejó su impronta en el polémico fideicomiso. Fue ideólogo y gestor del instrumento que posibilitó el desarrollo de obras por más de 50 millones de pesos, aunque para la oposición resultó un salvavidas de plomo que condicionó económicamente la gestión de Jure y las que vendrán.
El padre del fideicomiso no cede en su convicción sobre «las bondades» del sistema e insistirá en la llegada de otros 15 millones de pesos para saldar las deudas con las empresas que integran la Mixta Vial e iniciar las obras prometidas en campaña por el actual intendente. Si estos fondos no llegan, la alternativa será apelar a recursos propios. Una opción riesgosa e incierta en tiempos de recaudación en picada y una revitalización del conflicto agropecuario.
Mana es master en Economía, realizó un postgrado en evaluación de proyectos y un curso de finanzas en Harvard, es docente de la Universidad y especialista en proyectos de inversión y financiamiento. Además, actúa como consultor del Banco Mundial y el programa de Naciones Unidos para el Desarrollo.
Sus antecedentes gozan de alto prestigio aunque en los ámbitos ejecutivos hay quienes dudan de su capacidad política. El ex secretario de Economía, Daniel Reiloba, fue el primero en cuestionar su arribo. «Con Mana la secretaría carece de experiencia en la ejecución de un presupuesto», evaluó.
Marcha atrás
Uno de los primeros objetivos de Mana es estabilizar las finanzas y avanzar en un rédito adicional para que la gestión recupere impronta. Para ello, debe actualizar el pago a proveedores (deuda: 6 millones de pesos), saldar los mayores costos a Gamsur (más de 10 millones de pesos) y abonar el monto impago con la mixta vial (15 millones de pesos).
Jure aún no pudo aplicar los programas anunciados en campaña y el presupuesto aprobado para este año se ha convertido en una optimista visión, con buenas intenciones pero de aplicación condicionada.
El poder de Mana tendrá la irrevocable fortaleza del manejo amplio del dinero municipal. Para ello avanzará contra la descentralización de los recursos. El esquema de Rins que otorgaba dominio discrecional de fondos a muchas áreas, y fundamentalmente, fundaciones, sería recortado. Aún en el Palacio de Mójica hay hermetismo sobre cómo se aplicará la medida pero advierten que el control de gastos se debe sustentar en la concentración de la toma de decisiones.
El análisis forma parte del proceso de reestructuración de gestión que evalúa Jure. La eliminación de secretarías y la reducción de subsecretarías apuntan a comprimir egresos y unificar acciones.
Potestad
Mana no será un jefe de gabinete pero tendrá la potestad de decidir sobre todas las áreas con el guiño del intendente. «Es uno de los hombres de su confianza», afirman en el municipio.
Jure apeló al economista para sustituir a quien era su mano derecha, Gonzalo Losada, y lo convirtió en un referente de la mesa chica. El mandatario sabe que cuenta con un reducido número de dirigentes fieles, en su mayoría surgidos de la militancia universitaria de Franja Morada, y el resto de su gabinete está compuesto por rinsistas y funcionarios impuestos por las alianzas electorales.
Fernando Lagrave es otro ejemplo de los «universitarios» que llegaron para fortalecer una estructura con identidad propia. Aunque el ex decano de Economía tampoco emerge del riñón partidario, en un técnico de formación que responde -al menos hasta ahora- sin individualismos al programa de Jure en Educación, un área sensible a la principal promesa de campaña.
En el discurso de apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, el intendente revelará otras modificaciones que buscarán afianzar la sensación en su entorno de que «las deudas con los aliados ya están pagas y hay que devolverle identificación a este gobierno con la gente».
Jure ya tiene su borrador de los cambios y solo falta la oficialización. El mandatario quiere recuperar la iniciativa en tiempos donde la crisis actúa contrarreloj.