A un año de la peor tragedia – Es importante que alguien distinto a mi le diga a mis hijas el valor profesional de su madre

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CUARTA ENTREGA

Lo dijo Claudio Ceballos, viudo de Liliana Giacomelli, quien entregó una carta al Rector Spada a un año de la tragedia. El texto será leído en el homenaje que el Consejo Superior realizará esta tarde a las víctimas y en el que no estará presente. Se encuentra con sus hijas en Uruguay. Desde allí valorizó el reconocimiento.  «Liliana y el resto hicieron todo lo posible por la UNRC y ella hubiera querido que nosotros siguiéramos la lucha», afirmó.

«Estoy acompañando a Macarena y también haciendo un balance. Insto a que lo haga la Universidad. Se debe analizar lo que se ha logrado para la construcción efectiva de la consigna crear, creer y crecer», subrayó.

Por Pablo Callejón (pjcallejon@yahoo.com.ar) – «Es importante que alguien distinto a mi le diga a mis hijas el valor profesional de su madre» Lo dijo en diálogo con Telediario Claudio Ceballos, viudo de Liliana Giacomelli, quien entregó una carta al Rector Oscar Spada a un año de la tragedia en la Planta Piloto, en la que fallecieron 6 personas.
El texto será leído en el homenaje que el Consejo Superior realizará esta tarde a las víctimas y en el que Ceballos no estará presente.  Se encuentra con sus hijas en Uruguay y desde allí valorizó el reconocimiento que realizarán los consejeros a a su esposa, a los investigadores del equipo Gidpo y al alumno Juan Politano. 
«Liliana y el resto hicieron todo lo posible por la UNRC y ella hubiera querido que nosotros siguiéramos la lucha», afirmó Ceballos al recordar algunos fragmentos de la carta.
«Estoy acompañando a Macarena -su hija compite en un torneo de natación- y también haciendo un balance. Insto a que lo haga la Universidad. Se debe analizar lo que se ha logrado para la construcción efectiva de la consigna crear, creer y crecer», subrayó
En el escrito a Spada, el viudo de Giacomelli consideró que «es momento de aportar paz».
Ceballos estaba en la planta alta del edificio de Ingeniería donde se produjo el siniestro y salvó milagrosamente su vida. Tras el rescate de Liliana del lugar de las explosiones la acompañó hasta el Hospital donde se confirmó el grave cuadro que padecía la mujer por las quemaduras sufridas.
«Le agradezco a los consejeros y a quienes participan de este homenaje que es muy valioso. Es importante que alguien distinto a mi le diga a mis hijas el valor profesional de su madre. ¿Por qué no lo hicieron antes? Creo que la conducción de la Universidad estuvo mal asesorada», consideró.
«Esperamos que en este tiempo también la comunidad universitaria pueda realizar su balance y renovar su compromiso con el creer, crear y crecer», indico. 
También, subrayó: «Creemos que los tiempos de balance donde comenzar a cerrar heridas y proponer paz, no deben confundirse con pensar que aquí no ocurrió nada, olvidarse o simplemente callar voces, sino por el contrario deben implicar un mayor compromiso. El poder reconocernos es el punto de partida de un futuro mejor y con un compromiso evidente».

«De valiente…»

«Hoy me he disfrazado de hombre valiente e intentare hacerlo cueste lo que cueste», había afirmado Claudio Ceballos hace un mes, en una carta abierta a las familias de las víctimas y a la comunidad universitaria.
«Recuerdo aquel tiempo distinto donde la realidad de lo trágico era solo historia de otros y por otras causas lo  bastante alejadas de nuestro hacer en la universidad, pero lo vivimos todo de un golpe, de una sola vez….. Y no estábamos preparados, y creo…que aún no lo estamos. Cuando aquella tarde de día miércoles 5 de diciembre (y también de miércoles por que no) en la puerta del Hospital del quemado en Córdoba le dije a las autoridades de mi Facultad y de la Universidad que no aun no mediamos la magnitud y complejidad de lo ocurrido», señaló.
Luego, añadió: «Muchas veces se pensó o se dijo que la universidad esta preocupada por el dolor de la familia… debo decirles que me reuní una vez con el rector después de las elecciones a pedido mío; varias veces con quienes fueron autoridades transitorias de mi facultad en el corto tiempo que ellos estuvieron y donde todo era demasiado reciente y sin saber que seguiríamos haciendo; y en los últimos quince días se reinicio el contacto con las autoridades de mi facultad… nuevos y quizá pocos tiempos, con cercanías al  año de sufrimiento»
«No deje de sentirme culpable por haber llevado a Liliana ese día a atrabajar y haber contribuido a que formara parte de esa cruel y real estadística, hubiese preferido que siga siendo virtual… Un dolor que conocí solamente algunos años atrás también dentro de  la universidad es DOLOR DE LA TRAICIÓN…  Si me siento traicionado por la universidad como institución.
Esta universidad que conozco desde los 11 años… Esa universidad donde hace varios años atrás y como consejero estudiantil en asamblea hable del peligroso vacío que puede ocasionar el ejemplo del maestro,  y hoy es la institución la que ha caído en ese vacío, ha sido victima del discurso político y no de la práctica docente», aseveró.

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