El trabajo infantil, un obstáculo para la educación

0
Compartir

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que unos 165 millones de niños en todo el mundo, de 5 a 14 años de edad, son víctimas del trabajo infantil. Muchos de ellos trabajan durante largas horas y en condiciones peligrosas.

El trabajo infantil está estrechamente vinculado a la pobreza. Una familia pobre puede no tener los medios de pagar las cuotas escolares u otros gastos inherentes a la educación. Además, la familia puede depender de la contribución que la niña o el niño trabajador aporta al ingreso familiar, y atribuirle más importancia a ese ingreso que a su educación. Por otro lado, cuando una familia tiene que escoger entre enviar a su hijo o a su hija a la escuela, suele ser la niña la que sale perdiendo.
Hoy más que nunca, los niños necesitan de una educación y formación de calidad si desean adquirir las calificaciones necesarias para tener éxito en el mercado laboral. Sin embargo, en muchos países, las escuelas a las cuales tienen acceso las familias pobres no disponen de los recursos suficientes y no están adaptadas a sus necesidades. Instalaciones limitadas, clases sobrepobladas y carencia de profesores correctamente formados, son algunos de los elementos que contribuyen a un nivel de educación bastante abajo.
A través de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), las Naciones Unidas y la comunidad internacional se fijaron metas para garantizar que todos los niños finalicen el ciclo completo de educación primaria, y para alcanzar la igualdad de género en la educación para 2015.
Estas metas sólo podrán alcanzarse si se resuelven los factores que generan el trabajo infantil y que impiden que las familias pobres envíen a sus hijos a la escuela. Entre las principales medidas que debieran adoptarse figuran:
ofrecer una enseñanza primaria gratuita, pública y obligatoria; eliminar los obstáculos a la educación de las niñas; asegurar que los niños tengan acceso a una escuela y a un entorno de aprendizaje seguro y de calidad; facilitar una educación de nivelación a los niños y jóvenes no escolarizados en la educación formal; abordar el problema del déficit mundial de profesores y asegurar un cuerpo docente adecuadamente formado y profesional; reforzar las leyes sobre trabajo infantil y educación, en conformidad con las normas internacionales; luchar contra la pobreza y crear un trabajo decente para los adultos; aumentar la sensibilización a la necesidad de eliminar el trabajo infantil.

 

Fuente: OIT (Organización Internacional del Trabajo) www.ilo.org

ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE FUNDACIÓN EGE CON LA COLABORACIÓN DE – MIEMBRO DE FUNDACIÓN EGE – info@fundacionege.org

Commentarios

commentarios

Compartir