El Síndrome del Ojo Seco

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Leer el título, para muchas personas, no significa nada. Ahora bien, por las dudas siga leyendo. El Sìndrome del Ojo Seco afecta a un 40% de la población adulta de Argentina. De cada 10 personas que estèn leyendo esto, estadísticamente, 4 tienen ojo seco.

 Es notable como el avance gradual de esta deshidratación, durante màs de una o dos décadas, hace que la persona no lo vaya notando por el acostumbramiento y considere normal su estado. Si en su caso –aunque le parezca habitual- los ojos arden bastante seguido, le molesta demasiado el humo y polvillo, puede haber enrojecimiento frecuente, picazón o necesita restregarlos de vez en cuando, combinado a veces con conjuntivitis esporádicas o a repetición, nariz excesivamente seca alternando con mucha mucosidad: esto no es normal, es un ojo seco. Progresando la sequedad, si se duerme con los ojos abiertos habrá un excesivo desecamiento de la cornea pudiendo producirse, erosiones, fisuras o ùlceras que duelen y son pasibles de tratamiento mèdico si o si. Si usted consulta a su oftalmólogo, le indicarà lagrimas artificiales, o sea mojar los ojos a cada rato de acuerdo a la gravedad del caso. Volver a hidratar los ojos es lo que se necesita si se quiere seguir disponiendo de ellos y de la visión.
 Si a mas de sus ojos, también hay poca saliva, piel seca, sequedad vaginal y general, se puede estar frente a un Sìndrome de Sjogren, que es bastante mas complicado y carente de tratamiento para la medicina oficial.
 En el caso del ojo seco, las gotas de miel con propòleos, o si se consiguieran de miel de “Abejitas de la tierra” o “Señoritas” (Melìponas, abejas autóctonas americanas de climas tropicales), o de propòleos acuoso, tienen la virtud de “obligar” al ojo a funcionar bien y volver a generar làgrimas y lubricar como corresponde. Tanto preventivas como curativas, donde la medicina oficial solo “moja”. Simple, conseguible y barato. Hay que reconocer que por su extrema acidez, al aplicarlas en el ojo arden bastante, pero es solo cuestión de minutos y perfectamente tolerable.
 El caso del Sjogren, atribuido a autoinmunidad (El sistema inmunitario ataca a la persona en vez de defenderla), es bastante màs complicado el tratamiento. Se debe movilizar al organismo desde adentro y para ello existe el veneno de abejas, que no solo corrige las defensas, cortando el problema de raíz, sino que también “obliga” al organismo a funcionar bien, reparando y corrigiendo lo que estaba afectado o dañado. Tambièn se complementa con las gotas oftálmicas.
 No se automedique, lo anterior puede ser un glaucoma u otra patología del ojo. Solicite los estudios correspondientes y la evaluación del oftalmólogo
Dr. Julio Cesar Dìaz – epumer@infovia.com.ar
Presidente Asociaciòn Argentina de Apiterapia

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