A raíz a las agresiones a docentes grabadas en video por los mismos alumnos, se desató un serio debate entre los especialistas en educación que vale la pena describir. Entre las posturas, algunos sustentan que hay víctimas y victimarios de ambos lados. Mientras tanto, otros esgrimen que la violencia no es propiedad escolar sino que la escuela reproduce la violencia externa. En lo que sí están de acuerdo, sostienen que el modelo de educación secundaria está rebosado y esto obliga a un cambio programático profundo.
Una primera mirada nos dice que, la irrupción de las nuevas tecnologías en la escuela se asocia a un afán de protagonismo adolescente y de reconocimiento por sus pares. ¿Por qué digo esto? Porqué el agresor se expone y “se deja filmar”, para aparecer minutos después en la Web. Si los medios de comunicación, TV, diarios digitales, lo reproducen, entonces conseguirá rápida pero efímero momento de fama.
Esta violencia social observamos que se filtra en las escuelas de distintas maneras: pueden ser los alumnos los victimarios pero también, y lo sabemos los docentes, que en mayor medida son víctimas de sus pares y, además de docentes, según surge de la encuesta del Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas realizada entre 60 mil alumnos de EGB3 y Polimodal de diferentes instituciones de nuestro país.
¿Se me ocurren unas preguntas?: ¿Se sienten los docentes preparados para enfrentar esta realidad? o ¿Están desbordados y con falta de autoridad? ¿Cómo viven este nuevo escenario en las que ya no quedan solas encerradas entre cuatro paredes, sino que tienen como testigo: la cámara latente? ¿Cuál debería ser la respuesta de la institución ante tamañas indisciplinas como las que quedaron registradas en los famosos videos? La trama es compleja. No hay recetas simples.
¿Cómo viven los docentes la presencia de la cámara? Algunos docentes consideran que el celular es muy útil para que los alumnos estén en comunicación con su familia, con sus amigos. Lo que hay que definir son las formas y momentos para usarlo. En los videos que se conocieron quedó en evidencia la impotencia de los docentes para enfrentar tales humillaciones a través de las cámaras en los celulares.
Es una situación realmente compleja. Confieso no tener soluciones a priori.
Lo que si me atrevo a asegurar es que todos estos productos es el resultado de un proceso de largo tiempo, quizás con alertas disciplinarias y convivenciales que no fueron significadas en su debido tiempo.
Analiza Inés Dussel, investigadora de FLACSO: “La figura del docente aparece muy devaluada y las nuevas tecnologías generan un espectáculo con otras dimensiones. Tal vez las agresiones a docentes no sean nuevas, pero cambió su amplificación. El que filma hace como un director de cine, plantea que el agresor se apure, le dice que tiene poca memoria en el celular, la escena entra en la línea del reality show”. Los videos, opina, “hablan de cierta degradación de los vínculos que no es privativo de la escuela. No hay que leerlos como violencia escolar. Propone que hay que pensar en ¿qué otros recursos les damos a los docentes para pararse de otra forma frente a los alumnos?”. Estas situaciones no son más que una muestra de que el secundario sufre “una gran crisis”. La forma más habitual de violencia que viven los alumnos por parte de sus pares son las amenazas de daño (uno de cada diez alumnos ha padecido esta situación en el último año previo a la encuesta). Le siguen los golpes y lastimaduras de un compañero (8,3 por ciento), las amenazas o lesiones de patotas (6,2 por ciento) y el robo por la fuerza o por medio de amenazas (4,9 por ciento). Todas estas formas de violencia entre compañeros se reducen a la mitad en Polimodal. En todas las categorías los varones registran mayor frecuencia de respuesta que las mujeres.
Algunos alumnos señalan haber sido víctimas de episodios de violencia protagonizados por adultos de la escuela. El porcentaje no es elevado, pero es conveniente tenerlo en cuenta: 2,5 por ciento de los alumnos (lo que equivaldría a uno cada cuarenta) señala haber recibido amenazas verbales por parte de un adulto de la escuela (2,9 por ciento en EGB3 y 1,9 en Polimodal); y 1,8 por ciento dice haber sido golpeado por un adulto (2,2 por ciento en EGB3 y 1,2 en Polimodal).
Y pensando en las conductas humanas, una semblanza de Upanishad, pensador oriental “Tú eres lo que es el deseo que te impulsa. Tal como es tu deseo es tu voluntad. Tal como es tu voluntad son tus actos. Tal como son tus actos es tu destino”
LIC ELENA FARAH