El superávit de la balanza comercial se ha mantenido sólo por los elevados niveles de precios, ya que las cantidades exportadas por tercer mes consecutivo han disminuido. Los desequilibrios internos, y las rivalidades políticas son la causa de que el superávit comercial no sea aún mayor.
A nivel mundial, Argentina dispone de un escenario especial para desarrollarse. Los alimentos así como los recursos naturales han sufrido compensaciones de precio devenidos de la escasez. Pero la inflación mundial es solo una de las piezas del rompecabezas internacional, a esta hay que sumarle la generación de desequilibrios internacionales. Desequilibrios que afectan a los países de diferentes maneras y generan más desigualdades que las ya existentes. Uno de los factores que origina, que estas desigualdades se acentúen es que la producción de petróleo está muy concentrada en algunos países.
En lo que respecta al petróleo por ejemplo, se produce una transferencia extraordinaria de los países que son consumidores netos (EUA, Japón, Europa, China, India) hacia los países que son productores netos (Rusia, los países árabes, Noruega, Nigeria, Venezuela, Méjico). Generando medidas proteccionistas por parte de algunos países que se ven obligados a proteger un recurso tan valioso como es el petróleo.
Los desequilibrios también son originados por fuertes transferencias de ingresos, que van desde miles de millones de consumidores hacia unos pocos miles de productores concentrados.
En resumen, en este rompecabezas internacional donde una de las variables macroeconómicas internacionales como es la inflación está dada en el corto plazo, los países buscan posicionarse. Una vez más es importante destacar que Argentina tiene el potencial de beneficiarse extraordinariamente como productor en este contexto mundial, ahora debe hacerlo de una manera estratégica y planificada, generando confianza y estabilidad.
Mónica Lucero