Como alguna vez fue el riesgo país, una variable que mantenía en vilo a la sociedad y luego tubo iguales efectos la inflación, en este último mes el tipo de cambio se constituyó en el principal “termómetro” para determinar como se encuentra la situación económica generando expectativas en torno a cuantos centavos disminuye.
Con una caída en las reservas que ronda en los 2.000 millones de dólares, el BCRA se encuentra en un punto de inflexión en donde como se va a posicionar la divisa en la próxima mitad de año, es la clave tanto para las expectativas como para la competitividad y también para la inflación.
Llevar al dólar a un piso de $3 fue la medida adoptada por el BCRA, para generar un desaliento en la conversión de pesos en dólares y el retiro de los depósitos, pero también es una medida que intenta ser antiinflacionaria. ¿Cómo va a variar de ahora en más?, sin lugar a dudas no es una pregunta simple de responder, todo depende una vez más de que se desee lograr. Si el objetivo va a ser la inflación el dólar va a estar más cerca de los 3$ para disminuir la liquidez interna, y si el objetivo es la competitividad los valores van a ser como los anteriores a la crisis.
El dólar minorista cotizaba a 3,02 pesos para la compra y 3,05 el tipo vendedor.
El euro registró baja frente al dólar, con una cotización del Banco Central Europeo (BCE) en 1,5888 dólares, frente a los 1,5990 de antes. De este modo, la moneda estadounidense pasó a costar 0,6294 euros, después de los 0,6254 euros. Frente a otras divisas fueron fijadas las siguientes cotizaciones oficiales de referencia: 0,79395 libras esterlinas; 165,66 yenes; y 1,6040 francos suizos.
Conforme a los datos obtenidos por Fundación EGE, en la recolección del mes de Junio en las casas locales, el dólar llegó a los 3,013 pesos para la venta. La moneda de la Comunidad Europea cotiza en las casas locales alrededor de los 4,94 pesos. Por último la moneda trasandina volvió a promediar los 0,007 pesos.
Mónica Lucero