Economía y Felicidad ¿existe vínculo?

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Una investigación realizada por el Centro de Economía Regional y Experimental (CERX) sobre la relación existente ente la economía y la felicidad establece que “en Argentina las personas pertenecientes a estratos de mayores ingresos afirman sentirse más felices que las correspondientes a sectores más bajos”.

Para llevar a cabo el análisis, se realizaron estudios empíricos durante los años 2006 y 2007 que consistieron en encuestar a personas de diferentes estratos sociales a fin de evaluar la relación entre ingreso y felicidad en nuestro país. Se les solicitó luego que determinen su nivel de felicidad actual sobre una escala numérica creciente de 1 a 10, para analizar su evolución como consecuencia de incrementos en el ingreso.
Las estadísticas sugieren que las personas pueden sentirse felices independientemente de sus niveles de ingresos, pero que las mejoras en el mismo generan incrementos en su felicidad, estableciendo también que dicho aumento es mayor en estratos de menores ingresos que en los de mayores. Esto se refleja al observar que entre los sectores de ingresos medios y altos, el puntaje inicial de felicidad promedio fue 7,1, mientras que en los sectores bajos fue de 6,7. Luego, al duplicarse el ingreso el nivel de felicidad entre los estratos medios y altos ascendió 0,4 puntos mientras que el incremento correspondiente a los estratos bajos fue de 1,4.
Los resultados manifiestan además que este vínculo encuentra un techo, a partir del cual es necesario explicar la felicidad mediante otros aspectos de la vida. Los encuestados nombran al trabajo como uno de los factores que inciden negativamente en la percepción de su bienestar, y al ocio como uno positivo ya que las personas que se encuentran realizando alguna actividad recreativa se manifiestan más felices. Pero el estudio presenta también una ambigüedad al observar que si bien en los sectores de ingresos elevados la percepción de la felicidad es mayor que en los de ingresos bajos, 86% y 70% respectivamente, esta relación no necesariamente se cumple cuando se comparan los sectores de ingresos medios con los de ingresos bajos ya que solo el 64,3% de la población con ingresos medios declara sentirse feliz o muy feliz.
El estudio argentino mostró un vínculo difuso entre la economía y la felicidad al señalar que la gente puede dejar de lado su situación económica para definir si es o no feliz pero a su vez necesita más dinero para incrementar su bienestar. Cuando una persona se define “feliz” tiene en cuenta otros factores pero al considerar los elementos que le generarían mayor felicidad ésta piensa en eliminar el malestar que siente, y entre los causantes principales de ese malestar, están sus bajos ingresos, el desempleo o un trabajo de mala calidad. Asimismo el vínculo existente entre la economía y la felicidad en Argentina ha demostrado ser mucho más profundo de lo que se creía y es por este motivo que se han dedicado numerosos estudios para comprenderlo.

ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE FUNDACIÓN EGE CON LA COLABORACIÓN DE Valentina Vázquez – MIEMBRO DE FUNDACIÓN EGE – info@fundacionege.org

 

 

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