El informe de Bancos que elabora el BCRA revela la marcada disparidad que existe en el país en términos financieros. En el norte del país, sólo el 10% de la población accede a los bancos.
Según el informe del Banco Central las provincias del norte argentino presentan el menor alcance en términos de sucursales bancarias (10% de la población total). No obstante, más de dos terceras partes de la población del país evidencia una considerable densidad relativa de sucursales bancarias.
En términos regionales, Argentina presenta una importante disparidad de disponibilidad de recursos crediticios bancarios, aún dejando a un lado la jurisdicción con más créditos provenientes del sistema financiero ( la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con $19.600 por habitante).
Tal es así que las provincias de Tierra del Fuego, Chubut, La Pampa y Neuquén (las 4 jurisdicciones que siguen en función de sus financiaciones por habitante), quintuplican en promedio los recursos disponibles por las 4 provincias menos favorecidas (Formosa, Corrientes, Santiago del Estero y Catamarca).
No obstante esta situación, se observa una expansión generalizada del crédito al sector privado en todas provincias. Al respecto, 15 jurisdicciones que presentaban una moderada ponderación en el crédito total al sector privado a nivel nacional (24,9%) y una alta participación en el total de la población (41,5%), (siendo sólo 3 de ellas de alto desarrollo económico y las restantes de niveles medio y bajo), mostraron en el último año tasas de crecimiento interanual del crédito al sector privado que superaron significativamente el promedio del país (40%).
Por su parte, 6 provincias registraron tasas de crecimiento en línea con el total del país en igual período (48,6% de la población y 21,5% del crédito al sector privado), abarcando la provincia de Buenos Aires y regiones de desarrollo intermedio y bajo.
Entre las 3 jurisdicciones restantes, con crecimiento menor, se encuentra la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (con 53% del crédito bancario total al sector privado), y dos de bajo desarrollo (Formosa y La Rioja ).
De mantenerse estas tendencias en los próximos años, gradualmente podría evidenciarse una menor disparidad en la disponibilidad de recursos bancarios entre las distintas regiones del país. Esto se reflejó en una sostenida mejora en la cobertura geográfica de la red de distribución de servicios financieros en las distintas jurisdicciones durante los últimos años, en línea con la robusta expansión de la actividad productiva en todas las regiones del país.
Esta es una publicación de Fundación EGE con la colaboración de María Noel Amuchástegui, miembro de Fundación EGE. info@fundacionege.org.