¿A qué edad deben hablar los niños?

0
Compartir

Muchas veces es motivo de preocupación en la familia que un niño no hable cuando los adultos consideran que ya debería hacerlo. En otros casos existe la creencia que el niño no cumple ciertas pautas en el desarrollo del lenguaje porque aún es chico, y se debe esperar que madure.

En realidad, existen etapas que deben cumplirse a determinadas edades. Su ausencia o retraso debe alertar a los padres, quienes deben realizar la consulta al pediatra.
Es importante recalcar que el desarrollo del lenguaje se establece en los primeros 5 años de vida, y que corregir sus trastornos puede hacerse si estos se detectan y se tratan precozmente.
La construcción del lenguaje exige en primer lugar que el niño tenga su aparato auditivo normalmente desarrollado. En la gran mayoría de los niños esto es así, pero hay enfermedades que dañan el sentido de la audición y es importante detectarlas temprano para poder corregirlas. Puede desarrollarse hipoacusia (sordera) en niños con problemas hereditarios, en niños muy prematuros, o en niños que tuvieron una bilirrubina muy alta en su período neonatal, entre otras causas. A veces la hipoacusia se presenta en niños que por otro lado no tienen ni tuvieron otras enfermedades.
Existe un sistema de detección temprana de la sordera mediante otoemisiones acústicas (OEA), que si bien está regido por una ley nacional, en la práctica no se aplica a todos los niños en la mayor parte del país.
Si debe insistirse en realizar este estudio en todos los niños que presentan algún factor de riesgo de los antes mencionados.
A los 2 o 3 meses, los bebés pueden escuchar sonidos suaves (por ejemplo un sonajero) y dirigir su mirada hacia el lugar de donde proviene el sonido. Posteriormente los niños comienzan a balbucear, y hacia los 8 meses pueden repetir sílabas (pa-pa, da-da, ma-ma), que no expresan significado.
Para valorar la marcha del lenguaje es importante la aparicion de lo que se llama “mama-papá significativo”, es decir, el niño expresa mamá o papá, refiriéndose concretamente a la persona que corresponde. Esto sucede alrededor de los 13 meses, y es uno de los hitos de desarrollo del lenguaje.

Entre 1 y 2 años
Comienza a verbalizar, en general utilizando una sola palabra.
Imita e intenta reproducir las palabras que escucha.
Participa y se comunica : escucha cuando le hablan y responde usando los recursos que posee. Usa gestos y entonaciones diferentes según interrogue, pida, ordene, se queje, etc.
Comprende y reconoce nombres de personas, animales, objetos.

De 2 a 3 años

Forma frases de 2 palabras (ejemplo “dame agua”) y progresivamente va construyendo frases de 3 o 4 palabras.
Puede referirse a objetos, personas y situaciones que no están presentes en el momento que las menciona.
Interroga – ordena – afirma- niega.
Dice «mi», «mío», su nombre propio y «yo» señalándose, tocándose el cuerpo.

De 3 a 4 años

Se produce el gran despliegue del lenguaje. Comprende y construye frases más complejas y extensas.
Perfecciona su dicción, pronunciando correctamente todas las palabras con sus respectivos sonidos alrededor de los 4 a 4 ½ años.
Reconoce y nombra los colores, utiliza el plural
Pregunta utilizando el “por qué”

De 4 a 6 años

Tiene un vocabulario extenso y forma oraciones completas. Puede expresarse en pasado y en futuro.
Cuenta historias y chistes. Reconoce las letras del alfabeto.

La ausencia o retraso importante en la adquisición de éstas habilidades deberá alertar a los padres y transmitirlo en la consulta al pediatra

Consejos para estimular el desarrollo del lenguaje y la comunicación

Desde temprana edad se debe hablar con el niño, no llenándolo de palabras, sino con un lenguaje que él pueda comprender, y refiriéndose a cuestiones que son de su interés.
Debe hablársele lentamente y mirarlo a los ojos cuando se dirigen a él. Es necesario tener paciencia y darse el tiempo necesario  para escucharlos.
Es bueno contarle historias desde muy pequeño, al comienzo pueden ser cosas muy simples, como imitar sonidos de animales, y después agregar cuentos, historias o canciones más complejas.
Es conveniente nombrar los estados de ánimo que el niño o la familia expresan, alegría, tristeza, enojo, dolor, esperanza y también sus motivos ya que facilita la comprensión de los mismos y  genera confianza.
Los adultos deben hablar como adultos y no como niños pequeños.
El desarrollo del habla requiere dos interlocutores: es bueno enseñarle la alternancia en una conversación, para esto es útil el juego del teléfono.
Por último, es importante que el niño perciba que se valora su persona: para ello debe compartir el aprendizaje con su familia, ser escuchado, se deben elogiar sus logros, y corregir sus errores sin reírse ni hacerlo sentir disminuido.

Para saber más:
• https://www.sap.org.ar/index.php?option=com_staticxt&Itemid=565&xt_item=1&staticfile=comunidad/info/conver.htm
• https://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=743040

Dra Ingrid Waisman
Médica Pediatra
MP6508 Mesp2749

Commentarios

commentarios

Compartir