Elecciones 2008 – Mejor hablar de ciertas cosas Todas las polémicas, ironías y cruces, además de la trastienda de un debate imperdible

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Las frases que hicieron sonreir y las que calentaron los cruces verbales. Quienes acompañaron a los candidatos y cómo se vivió detrás de cámara el intercambio de propuestas y acusaciones. En detalle, todo el debate de la interna del PJ en Así son las Cosas.

Por Pablo Callejón – El ambiente se advertía tenso y expectante. Cada detalle del debate se definió con la minuciosidad de una instancia que entendieron decisiva a horas de la veda electoral. Lo que pasó dentro del estudio mayor de Canal 13 no estaba exento de lo que  se definió afuera. El escenario de la política se preparó para que los actores estelares se adueñaran de la función. Hubo secuencias de drama, comedia, acción y un final de película. El backstage y el detrás de cámara fue tan atractivo como la actuación en los atriles. En definitiva, el encuentro histórico de los pre candidatos del peronismo permitió observar mucho más de lo que dejaron ver.
Una hora antes del inicio del programa, se realizó un sorteo frente a cámara con los asesores, en el que se definió el orden en el que hablarían en cada uno de los temas.
Ricardo Rojas y Luis Sánchez fueron los más puntuales en llegar a la cita. De impecable traje oscuro, Rojas arribó acompañado de medio ex gabinete de Alberto Cantero. No menos elegante, Sánchez esperó el inicio del debate junto a su mano derecha en la campaña, su hermana Liliana, y el primer candidato a concejal, Víctor Núñez.
Un formal Alberto Bertea llegó después de las 22 acompañado por los más íntimos de su equipo que ya lo esperaban en el hall central. Visiblemente tenso, sacó rápido algunos apuntes y se dispuso a repasarlos.
Cuando los nervios de la producción del programa estaban a punto de estallar, Alfonso Mosquera bajó de un imponente vehículo alemán y provocó el alivio de quienes agotaron celulares tratando de apresurar su arribo.
Bertea ni lo miró. Un gesto displicente acompañó el intento de saludo de su ex compañero de batallas a favor de Carlos Menem. Concluidos los abrazos protocolares ingresaron al estudio acompañados solo por un asesor.
Mosquera eligió al hijo del constitucionalista Ricardo Muñoz, Sánchez optó por su hermana, Rojas por el funcionario nacional Jorge González  y luego por Guillermo De Rivas, y  Bertea convocó a una de sus asesoras, quien protagonizó escenas de hondo dramatismo para tratar de hacer sonreír al postulante.
La mujer intentó como pudo advertirle el efecto de una sonrisa frente a cámara, pero no hubo caso. Los pedidos fueron tan efusivos que obligó a la producción a pedirle que evite repetirlos porque eran los rivales, y no a Bertea, quienes terminaron distraídos por la señas.

A cada cual lo suyo

Mosquera había vaciado dos copas de agua antes de iniciar el debate y fue el único que decidió disfrutar de un café caliente para distraer la tensión. El resto solo intentó memorizar frases e ideas para las seis temáticas y el tiro del final.
Sánchez fue a quien más le costó respetar los tiempos fijados (1 minuto y medio por tema) pero nunca se mostró desbordado por el contexto. Rojas gesticuló como ningún otro y no dejó de utilizar su dedo índice para señalarlo a Usted, que estaba del otro lado de la pantalla. Mosquera pareció dominar el juego de las cámaras pero no pudo evitar los roces con Bertea, quien resultó más irritado por un duelo previsible.
Bertea le reprochó que “hace años que no vive en Río Cuarto” y consideró que “hace promesas pero no dice cómo las va a concretar”. Mosquera también pegó duro. Le cuestionó la propuesta del Banco Regional y el Centro Cívico. “Quiere construir otra Municipalidad porque quiere el Palacio Bertea”, ironizó.
Fue Mosquera el primero en citar frases de Juan Domingo Perón y el único que se encolumnó detrás de Juan Schiaretti. El resto, silencio stampa sobre el gobernador. 
También fue el actual Procurador del Tesoro quien se encargó de describir a los ex intendentes. De Abella rescató su “sensibilidad social”, de Rins “la obra pública de sus dos primeras gestiones” y de Cantero… “el presupuesto participativo (¿?)”. Al finalizar el primer bloque, su delfín en el estudio simuló aplaudirlo…

Te critico, pero no tanto

Los cuatro intentaron crear un clima de “nueva política” y hubo críticas a la gestión de Antonio Rins y sus promesas vanas de viviendas. Sin embargo todos -sí, todos- admitieron que debe continuar el fideicomiso, aunque con cambios. Si los escuchara Cantero…
Uno de los datos más curiosos del debate fue durante la discusión por el tránsito, en la que Rojas repitió lo que habían dicho sus antecesores… ¡Y hasta con las mismas palabras! El precandidato no se puso colorado para pedir educación (lo había dicho Sánchez) y citar los mismos números del déficit de agentes y proponer la misma solución de Mosquera. Rojas no se puso colorado, pero De Rivas, su asesor en el estudio, no pudo evitarlo.
El conductor del programa quedó en deuda con Rojas cuando se olvidó de su participación en uno de los bloques y también fue víctima el ex funcionario canterista de las ácidas intervenciones de Mosquera. Cuando le tocó hablar sobre salud, Rojas le manifestó a Geremía que no debía hablar en segundo lugar sino en tercero. El conductor le manifestó que le habían informado mal y Sánchez, que había sido primero en casi todas las intervenciones, destacó: “Por suerte me tocó a hablar, por lo menos, en tercer lugar”. Mosquera intervino y les pidió que “no se peleen por ser segundos o terceros” y forzó una sonrisa de sus contrincantes que hubiesen preferido reaccionar de otro modo.

Del dicho al hecho

El debate dejó frases imperdibles. Bertea aseguró que buscará “al menos parecer, el mejor intendente de los últimos 100 años”.  Sánchez les deseó suerte a sus candidatos “pero no tanta” y tras beneficiarse con el cuarto turno en el mensaje final aventuró: “los últimos serán los primeros”. Mosquera le advirtió al radicalismo: “Jure voy por vos el 22 de junio” y Rojas le agradeció a Dios por “meter presión” para que sea candidato.

 

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