La aparición en la prensa de algunos casos de meningitis siempre despierta temores en los padres. Es por eso que me parece importante recordar algunas precisiones con respecto a esta enfermedad en relación con los niños, para ubicar en su justo término la ansiedad familiar.
¿Qué es la Meningitis?
Es una infección del sistema nervioso central, más exactamente de las membranas que recubren el cerebro y que se llaman meninges, y puede ser producido por diversas causas. Cada una de las causas tiene un abordaje diferente, desde el punto de vista diagnóstico, de su capacidad de contagio, desde su tratamiento, y desde su pronóstico para afectar la vida o para producir secuelas.
¿Qué causa la infección?
Esta infección usualmente es causada por un virus o una bacteria. Es importante conocer si la infección es por un virus o bacteria porque la severidad de la enfermedad y el tratamiento son diferentes. La meningitis viral es generalmente menos severa y se resuelve sin un tratamiento específico, mientras que la meningitis bacteriana puede ser severa y producir daño cerebral, pérdida de la audición o trastornos en el aprendizaje. En el caso de la meningitis bacteriana es importante conocer cual es la bacteria que produce la enfermedad.
¿Cuáles son las principales bacterias causantes de meningitis?
Antes de los años 90, el principal agente causal de la meningitis bacteriana era el Haemophilus influenzae, pero las nuevas vacunas brindadas a todos los niños como parte de la rutina de inmunización, redujo la ocurrencia de esta enfermedad invasiva. Hoy, el neumococo y el meningococo son los principales agentes casuales de esta enfermedad.
¿Cuales Son Los Signos Y Síntomas De La Meningitis?
En niños mayores de 2 años, los síntomas comunes son, fiebre alta, dolor de cabeza y rigidez de nuca. Estos síntomas pueden presentarse en pocas horas, o en 1 a 2 días. Otros síntomas pueden incluir nauseas, vómitos, fotofobia, confusión y somnolencia. En los recién nacidos y en los niños pequeños, los síntomas clásicos pueden estar ausentes o puede ser dificultosa su detección, y estos pueden solamente observarse demasiado quietos, hiporreactivos o con irritabilidad, pueden tener vómitos o inapetencia.
¿Cómo se confirma el diagnóstico?
Por medio de una punción lumbar y análisis del líquido obtenido (líquido cefalorraquídeo).
Cuanto más precoz es el diagnóstico, mejor es el pronóstico y la posibilidad de que el niño sobreviva sin secuelas. Por eso es importante la consulta al médico ante la presencia de los síntomas mencionados.
También es importante en el caso de la meningitis bacteriana saber cuál es el germen involucrado.
¿Cómo puede prevenirse?
Se recomienda quimioprofilaxis (tratamiento con antibióticos) únicamente en la meningitis por meningococo en los contactos cercanos. El tratamiento se realiza en general con un antibiótico especial por boca (rifampicina) durante 2 días
Deben recibir profilaxis:
• Contacto doméstico: en especial los niños pequeños
• Contactos en el jardín o guardería en los 7 días previos
• Exposición directa a secreciones del enfermo a través del beso o por
compartir cepillos de dientes o cubiertos durante los 7 días previos
• Dormir o comer con frecuencia en la misma vivienda que el enfermo en los 7
días previos
No se recomienda quimioprofilaxis
• En cualquier otro tipo de meningitis: viral, neumococo, etc.
• Contacto casual: sin antecedentes de exposición directa a las secreciones
respiratorias del caso índice (ej. compañero de la escuela o del trabajo)
• Contacto indirecto: sólo contacto con un contacto de alto riesgo, sin contacto
directo con el enfermo
Qué NO se debe hacer:
• No es necesario ni racional cerrar y desinfectar la escuela: el germen no está en los bancos, ni en las tizas, ni en los cuadernos: se transmite de persona a persona.
• Utilizar antibióticos sin un diagnóstico claro: el uso de antibióticos no previene la meningitis, y en cambio puede enmascarar los síntomas dificultando un diagnóstico correcto
¿Existen vacunas?
No existen vacunas para la mayor parte de las meningitis virales.
La vacuna cuádruple que se coloca a partir de los 2 meses a todos los niños contiene una vacuna muy efectiva contra el Hemophilus influenza.
Neumococo: Existen en el mercado vacunas para prevenir la enfermedad por neumococo pero su principal limitación es que cubren sólo el 60-70% de las cepas (variedades) del germen, siendo entonces relativa su efectividad. Por esta razón (además de su elevado costo) se las indica solamente en pacientes de riesgo.
Meningococo: A causa de la existencia de distintos serogrupos, no existe una vacunación universal y eficaz contra la enfermedad meningococica. No hay actualmente ninguna vacuna que contenga todos los serogrupos del meningococo y que sea eficaz en niños pequeños. Se encuentra disponible en el mercado una vacuna contra el serogrupo C, que puede ser aplicada en niños pequeños.
Existen varios proyectos de investigación que están tratando de lograr una vacuna antimeningococica con cobertura amplia, y que pueda ser utilizada a partir de los 2 meses de edad. Es probable que en un lapso de tiempo relativamente corto pueda disponerse de esta posibilidad.
La vacunación está indicada en brotes epidémicos y en pacientes de riesgo. La aparición de casos informada hasta ahora no constituye un brote epidémico.
Para saber más:
https://www.sap.org.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=564&Itemid=437
Dra Ingrid Waisman
Médica Pediatra
MP6508 Mesp 2749