Al final de la tregua

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Esta semana es crucial para el futuro del país. No hay todavía señales definitivas sobre lo que pasará con el campo. Lo que está claro es que el país ya tiene síntomas de una economía en problemas. En consecuencia aparece la especulación. Con el dólar por ejemplo, esta semana se compraba a 3,18 en el mercado mayorista y se revendía a 3,26 en lo que se llama el mercado “azul” un mercado donde ni documento de identidad se presenta. Cada operación dejaba 2,5 %. El viernes pasado hubo corrida sobre el dólar. El gobierno tuvo que vender unos 400 millones de dólares. Con reservas superiores a los 50.000 millones eso no es nada. Pero indica que el paciente tiene fiebre.

 Por otro lado, finalmente el gobierno parece entender lo que se denomina “Time-lag” esto es el desfasaje temporal de las intervenciones. En buen criollo, lo que esto quiere decir es que las acciones que hace el gobierno no impactan inmediatamente sino tiempo después. Lo malo, es que no tenemos el conocimiento disponible para saber cuando ni en que contexto ello sucederá. Por eso cuando a veces se toman medidas sea para enfriar o para estimular la economía puede haber efectos contraproducentes. Por ejemplo, una medida para enfriar la economía puede tomarse en la fase de alta actividad del ciclo económico pero empieza a actuar recién cuando la economía ya ha comenzado su propia desaceleración. El resultado es que el efecto desfasado de aquellas medidas termina multiplicando la magnitud de la recesión.

 Según trascendidos, la crisis actual es el resultado de las medidas que se tomaron hace unos dos años cuando el ex presidente Kirchner alentaba el crecimiento de la economía impulsando la demanda vía gasto público. En consecuencia, todo lo que se haga de ahora en más impactaría alrededor del año 2010. Dicho en otras palabras nuestro presente es el resultado de nuestra trayectoria, y el futuro es hoy. Cuando estabamos creciendo se impulsó aún más la economía y como la oferta no reaccionó a la demanda potenciada, comenzó la inflación y todas sus secuelas. Hoy es el principal problema.

 En este contexto la pregunta es ¿será este el fusible definitivo o es apenas una estrategia inicial para desacreditar otros funcionarios que deberán ser separados del gabinete? Semejante movida política solo puede existir si el pescado es gordo. Por otro lado ¿puede el gobierno seguir tomando medidas que no alienten la organización racional de la economía para reemplazar ese objetivo por la subordinación política a toda costa del adversario de turno? La respuesta es no. Entonces lo que puede estar ocurriendo es que si es cierto que el Gobierno ha comprendido los límites inter-temporales y de conocimiento de la intervención pública en la economía, habrá una corrección de rumbo. Para salvar el rostro por supuesto lo escracharán al Ministro saliente. No puede ser de otra manera. Saltó el fusible y ahora hay que aprovechar para poner un puente de plata a la Presidente que deberá gobernar en los próximos dos años con turbulencias creadas por su propio esposo en el pasado. En todo caso si el gobierno acierta en hacer lo que debe, el país deberá reaccionar y poner el hombro para que los efectos demorados de la mala intervención pasada sean lo menos dañinos posibles.

Dr Roberto Tafani

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