Una vieja costumbre

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Es una costumbre, buscar un culpable por las acciones que se hacen. Siempre hay que justificar y es mejor que otro sea culpable. Entonces debemos acusar a las profesoras de filosofía de lo que hoy somos. Ellas lo enseñaron.

Tenemos muchas premisas y buscamos una conclusión. Y comenzamos a analizar en procura de una solución. En casi todos los temas las personas son propensas a hablar y hablar, pero eso de hacer, no vale. Uno de los temas en que cientos de profesionales han elaborado informes, evaluaciones, simposios y reuniones, es el tema de la droga. Pero, ¿se quiere combatir? Veamos las premisas.
A) La droga «pesada» no vale nada en origen. B) Produce ganancias siderales C) Si se gana, se vende D) El consumidor es un enfermo E) Por ser prohibida, es cara.
Si aceptamos que es barata en origen, «alguien» debería comprarla a esos precios. Si el drogadicto es un enfermo, lo debería tratar un medico. Entonces, bajo receta se vendería a precios bajísimos. Al dejar de ser negocio, nadie la promovería y se cortaría la cadena.
Fácil ¿no? Entonces vemos que no se quiere cortar el negocio de pocos. Pero ¡cuidado! Esa droga deforma genes y a nadie le conviene, ni médicos, ni laboratorios, ni sanatorios. Sin enfermos, no hay ingresos. Sin traficantes no hay coimas ni guerrilleros. Resultado: No conviene combatir la droga, que se sigan envenenando.
Atentamente
Juan R Bell
 
Fue publicada entre el 06/07/07 y el 08/07/07 en los diarios El Liberal, Primera Línea, Sudeste, La Voz de Cataratas y Telediario Digital. ¿Recién hoy se comienza a discutir?
 

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