Argentina viene comerciando con ASEAN, bloque que incluye los países de, China, Japón e India y también a Corea Republicana; pero ahora la posibilidad de fortalecer los lazos con Corea dejan ver la posibilidad de un Área de libre comercio entre este país y el MERCOSUR.
La iniciativa vino del lado oriental, en 2004 y la próxima reunión está prevista para la primera mitad de este año. La prioridad estará basada en la provisión energía y materias primas, como hasta ahora, ya que para 2007, la Argentina le exportó a Corea por un valor de US$ 636 millones e importó por US$ 412 millones. El 95% del total exportado por la Argentina a Corea se concentró en 10 productos: minerales de cobre, harina y pellets de soja, aceite de soja, maíz, cueros y pieles curtidos, pescados congelados, mozzarella, tubos de hierro o acero sin soldadura, vinos y mostos de uva y aceite de girasol. En cambio, entre los principales productos importados desde Corea, se destacan los bienes intensivos en tecnología, como partes para aparatos eléctricos y electrónicos (televisores y radios), vehículos, máquinas, hornos microondas y lavarropas, teléfonos celulares, plásticos e insumos agrícolas.
Al inicio de 2008 el intercambio con el bloque ASEAN registró un saldo negativo de u$s 184 millones y esto se debió a que las exportaciones aumentaron en cuanto a manufacturas de origen agropecuario, mientras que las importaciones aumentaron principalmente por las compras de Bienes intermedios (fosfato diamónico y productos planos de hierro o acero sin alear de China y ácido sulfúrico de India), Bienes de capital ( remolcadores y barcos empujadores y máquinas de sondeo rotativas de China, grúas de pórtico y generadores de corriente alternativa de Japón).
Hasta ahora el intercambio tiene como desafío equilibrar la relación en cuanto a los bienes que exporta y los que importa. Es decir, el incremento de las exportaciones de materias primas genera un flujo positivo pero que resulta inferior al flujo negativo generado por las importaciones de productos con mayor tecnología incorporada.
ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE FUNDACIÓN EGE CON LA COLABORACIÓN DE Mónica Lucero – MIEMBRO DE FUNDACIÓN EGE – info@fundacionege.org