Las compras con tarjetas de crédito y débito son un pilar clave para sostener el fuerte consumo de bienes y servicios en la Argentina.
De acuerdo a una nota publicada por el suplemento IECO del Diario Clarín, la importancia de los plásticos ha crecido notablemente en 2007, al punto que se espera que para 2008 sólo las tarjetas de crédito muevan unos 11.000 millones de pesos mensuales (eso sin contar los 15 millones de tarjetas de débito habilitadas).
Las tarjetas de crédito constituyen el pilar del consumo ya que permiten a los consumidores gastar no sólo su ingreso actual sino también parte de su ingreso futuro, fundamentalmente basados en la expectativa de incrementos salariales lo que les permitirá afrontar el costo de las cuotas sin mayores dificultades.
Otra muestra de la importancia de los «plásticos» viene desde la AFIP, cuyos datos muestran que en los primeros ocho meses del año las ventas con tarjetas de crédito y débito crecieron en todo el país un 24% respecto del año anterior, devolviendo 786,6 millones de pesos en concepto de IVA a quienes realizaron compras con tarjetas.
Por otra parte, el uso de tarjetas de crédito supone la posibilidad de ganarle la pulseada a la inflación –en las compras a plazo sin intereses– y un medio de financiación para los bienes durables.
Asimismo, la elección de la compra con tarjeta de crédito varía según los niveles de ingresos. Para los sectores de mayor ingreso, el crédito se relaciona con comodidad y detección de algún beneficio, mientras que para los de bajos ingresos, con la posibilidad de mantener un ‘sobresueldo flotante’ renovable, como adicional del sueldo.
Esta es una publicación de Fundación EGE con la colaboración de María Noel Amuchástegui – Miembro de Fundación EGE, info@fundacionege.org