La Biblia y el Calefón – Tras las elecciones en Córdoba se analizan los costos en la relación con la Nación

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Rins estuvo en las últimas 3 semanas recorriendo despachos en busca de concreción de obras. A Schiaretti todavía no lo recibieron ni Kirchner ni Cristina. Algunos ya especulan sobre la incidencia K en las próximas elecciones municipales.

En el último mes, Antonio Rins pasó la mayor parte de su tiempo de gestión recorriendo despachos de funcionarios nacionales en busca de fondos y anuncios. En algunos casos la suerte fue esquiva y ni siquiera lo recibieron. Sin embargo, en su nueva apuesta de gestión Rins considera clave su relación con la Nación.
El mandatario necesita fondos que podrían llegar del fideicomiso pero le será difícil superar la batalla legislativa donde se encuentra a la defensiva y con una tropa diesmada. La relación con la provincia se quebró definitivamente en la última etapa del gobierno de José Manuel De la Sota y es de total incertidumbre con el nuevo gobernador Juan Schiaretti. Ante este difícil contexto, Rins apela a la caja nacional -que hasta ahora le resultó mezquina- para obtener recursos que sustenten el final de su mandato y sus futuras aspiraciones políticas.
Hasta ahora consiguió muy poco. Los 2 millones de pesos para reformas en el río y el Parque Evita y la promesa construcción de rotondas para mejorar la seguridad vial en la ruta A005 son los avances visibles. Aún quedan pendientes los planes de viviendas, la pavimentación, la cárcel, el centro de alto rendimiento deportivo….
Cuando decidió la apuesta provincial Rins asumió el riesgo de un potencial quiebre en la Alianza que lo llevó al poder y esto finalmente ocurrió. Por primera vez desde el regreso de la democracia un oficialismo es minoría y esto tendría como desenlace la desaprobación del presupuesto 2008 y múltiples trabas a acciones de gobierno.
No será el único costo. La elección municipal del 2008 es la última gran contienda política de Córdoba y desde la Nación advierten que sería una buena oportunidad para golpear en territorio delasotista. Algunos justicialistas aventuran que el kirchnerismo haría una apuesta fuerte para quebrar el dominio político del gobernador saliente a través de alguna figura con chances (¿Alberto Cantero?) lo que implicaría enfrentar a Rins en su propia casa.
«Los radicales K están pintados», dijo Griselda Baldatta al hacer referencia a la conformación del próximo gabinete de Cristina Fernández. Julio Cobos advirtiendo lo que podía pasar armó un bloque propios de radicales K en el Concejo y el nuevo marco político devela que podrán ser aliados, pero las decisiones son y seguirán siendo del matrimonio Kirchner.
Es cierto que la incógnita política también afecta al próximo gobernador Juan Schiaretti a quien todavía no lo recibieron ni Kirchner ni Cristina.
«Trabajó mucho, con De la Sota en contra y las denuncias de Juez en las espaldas. ¿Qué más iba a hacer?» Se preguntan algunos schiaretistas. El razonamiento no conforma en el kirchnerismo que quedó tercero en Córdoba y volvió a perder por paliza en la capital.
El 2-S dejó una estela de costos y mucha incertidumbre sobre lo que vendrá. El 10 de diciembre podrá haber un borrón y cuenta nueva o un previsible pase de facturas.

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