Entre protestas camioneras y cambios de ministros

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¿Cual es el significado del cambio de Ministro de Economía?, ¿Por qué Peirano fue reemplazado de un momento para otro? ¿Cuál es la trampa que hoy convierte a los Ministros de Economía en seres descartables a ser quemados en pocos meses? La respuesta es simple y múltiple:   

      
1) Kirchner sigue estafando a la comunidad financiera internacional. Sigue defaulteando la deuda, sigue sin respetar los contratos, sigue atentando contra la seguridad jurídica. Peirano, no toleraba más la contradicción de tener que mantener un INDEC desmantelado y mentiroso y al mismo tiempo tener que negociar con el Club de París. No se trata apenas de una cuestión de tener datos fiables para las mediciones. Se trata que al manipular la inflación se deja de pagar la tasa de interés ajustada por CER en los bonos que Argentina tiene que servir. La contradicción agotó la tolerancia de Peirano y este se tuvo que ir. El nuevo Ministro entra ahora a la silla eléctrica salvo que el País empiece a honrar sus compromisos y empiece por medir fiablemente la inflación y por ende los intereses que debe a sus acreedores. Todavía el país de la mano de Kirchner es un paria internacional. No hay manera de obtener financiamiento en los mercados. Hay poco futuro para obtener las inversiones directas que el país necesita. Un Ministro se repone, tirar el futuro por la borda lo pagaremos caro.           
2)  El nuevo Ministro viene a simbolizar la desaparición por vaciamiento del Ministerio de Economía. Micheli tuvo menos poder que Lavagna, Peirano fue un empleado del Presidente antes que un Ministro de la Nación con menos potestades que Miceli y el nuevo Ministro tiene menos poder que Peirano. La pregunta es ¿No es en definitiva el sueño liberal el de hacer desaparecer al Ministerio de Economía? No para estos fines. Algunos liberales en el pasado querían abolir el Ministerio para que el Gobierno no interfiriera en la economía, en el presente el Ministerio esta siendo vaciado para concentrar toda la intervención de la economía personalmente en el Presidente. Se ha armado una institucionalidad para un capitalismo de amigos. Para crear una red neo-patrimonialista de buscadores de rentas. Una negación de la institucionalidad madura. Lo pagaremos caro.      
3) La destrucción del INDEC como en otras épocas de los funcionarios del Instituto Nacional de Obras Sociales en salud, o con los lavaplatos del CONICET simbolizan todos momentos de la destrucción de la capacidad de Gestión del Estado. Si la década de los 90 generó no sólo la reducción del alcance de las funciones del Estado sino también la capacidad de gestionar (descaracterizando la trayectoria esperada de los países hacia estados más chicos pero más eficientes), hoy el Presidente busca aumentar el alcance personalizadamente en él y un grupo de familiares y amigos con un Estado sin capacidad de gestionar. Caminamos hacia un Estado grande, fofo y bobo, mandado por un grupo que se siente más allá de todo debate, discusión, controles, y equilibrios institucionales. Que se cree con derecho a despilfarrar dinero en aerolíneas sin aviones Asistimos a la construcción ideal para que los empresarios no competitivos, buscadores de favores en las arcas del Estado encuentren el paraíso perdido. Lo pagaremos caro     
4) Finalmente la privatización de la regulación. El país asiste lastimosamente al espectáculo que camioneros dispongan las figuras punibles de las infracciones que cometen. Arremeten y amenazan con paros nacionales. Le muestran el músculo al Presidente pero apuntan a su esposa. Nuestra Presidente electa recibe así a su manera saliva camionera en su oreja.  Le pintan la cancha. Usan la violencia. Cuando la provocación genera represión para restaurar el orden, el gobierno hecha al policía. Es el ejemplo más vívido de cómo el Gobierno deliberadamente continúa el trabajo sucio de los 90 privatizando ahora la regulación social. Es el gobierno de capitalistas protegidos, subsidiados y amigos. Ahora también de la desregulación social.  Lo que el gobierno está haciendo es desmantelar el sistema de regulación normativa. Aspectos cada vez mayores de la interacción humana en Argentina son eliminados del ordenamiento, la supervisión y la vigilancia. La autoridad  que pueda sancionar las transgresiones es vapuleada y mantenida inactiva. Las purgas permanentes a las fuerzas del orden, su descalificación continua y la tolerancia por la violencia patotera de delincuentes que han cometido desde delitos federales cortando rutas hasta la congestión de las calles con camiones llenos de violentos muestran un solo denominador común: las reglas de juego sociales dependen ahora no de las leyes sino de la voluntad de individuos particulares y corporaciones armadas con palos.

 Finalmente Kirchner el ex aliado de Cavallo y Menem muestra quien es. El peor privatizador de todos. El que privatiza la regulación. El que vacía el Estado y lo debilita. El que destruye su capacidad de gestión. El que vacía el Ministerio de Economía para distribuir la plata personalmente desde la Presidencia. Lo peor de todo sin embargo, es que ahora le elimina al Estado la característica que le es esencial: el monopolio de la administración de la violencia oficial. Privatiza la violencia. Lo que se puede y no se puede legislar. El alcance de la tipología jurídica que genera el orden. Está así abriendo las puertas a un proceso cuyas consecuencias de no revertirse podrán ser tremendas. Ojalá nuestra presidenta electa sea como dicen mejor que su marido, de lo contrario el país ciertamente lo pagará muy caro…
 
Roberto Tafani

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