Los síndromes de mala absorción, hoy incluyen un espectro bastante
grande entre los diagnósticos médicos y muestran la falla de la
medicina al ser intratables. Las estrellas son los celíacos, también los que tienen intolerancia a la lactosa. Bien, hay que partir de la base que muchos
de estos diagnósticos son incorrectos. Se da el título de «Celíacos» a
muchos que no lo son.
Sin la correspondiente biopsia, no se puede etiquetar de por vida a una persona o condenarla a ser enferma. El caso de la intolerancia a
la lactosa (azúcar de la leche) quizás sea menos confuso, ya que es
evidente que los lácteos caen demasiado mal.-
En líneas generales y muy simplificado, se puede decir que estos
síndromes se dan o por deficiente maduración del intestino o por
deficiente «maduración» de enzimas encargadas de hacer la digestión de
determinados alimentos. Cuando al paciente se le retiran estos alimentos (solo dieta) pierde la posibilidad de hacer un «entrenamiento» y madurar lo que corresponda. Si bien, cuando la falla es genética y hay déficit de algo
a nivel cromosómico es muy difícil de hablar de curación, estos casos no
son intratables y son minoría. La maduración del intestino o del sistema
enzimático es bastante viable de conseguir con el propóleos. Mientras
más precoz el diagnóstico (aún siendo errado) mayores posibilidades de
curación.
En medicina de en serio, hablar de curación es una fantasía, pero en
estos casos cuando algo inmaduro, fue motivado a madurar, se puede pensar sin margen de error que el problema está solucionado. La experiencia lo indica así, incluso con tratamientos muy cortos, de una semana en muchos
casos, se logran resultados que no se revierten al dejar el propóleos.-
Es sumamente sencillo, ya que el propóleos se da en gotas orales, en
solución alcohólica o si el caso lo amerita, sin alcohol, disuelto en
miel.
En los casos en que solo hay mejorías, pero no se revierte totalmente
el proceso, conviene suplementar la dieta del paciente con polen a los
fines de su correcta nutrición.-
Dr. Julio C. Díaz – MP S L 3297
Presidente Asociación Argentina de Apiterapia
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