Tasa telefónica para crear un fondo solidario

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Ya ingresó en el Concejo Deliberante el proyecto de crear un fondo de financiamiento especial para programas sociales. La inciativa generó polémica. El nuevo tributo equivaldría al 8% del consumo total telefónico. Vendría con la boleta pero la gente podría renunciar a pagarlo. A continuación los fundamentos del proyecto. Redactados por la concejales autoras: Graciala Saracho, Eleonora Pagliaricci, Lucía Vogliotti. Las tres oficialistas y de la oposición: Elsa Cardarelli.

Los fundamentos:

Atendiendo a la cantidad de niños desescolarizados (aproximadamente 1200 en la ciudad),  y a pesar de entender que la Municipalidad no tiene como deber ineludible la solución respecto de la escolaridad obligatoria, es que a este Proyecto le preocupa la situación de niños y adolescentes fuera del sistema escolar.
Por lo tanto, hemos decidido ocuparnos de este tema cuyas consecuencias influyen negativamente en la vida cotidiana de esta ciudad dando lugar a la delincuencia juvenil, al aumento de las adicciones a las drogas y a problemáticas inherentes a la violencia social y familiar.
En hacer frente a la desescolarización de estos niños y adolescentes, no sólo debe estar comprometido el Estado, sino la sociedad toda a través de sus distintos componentes y con técnicas y procedimientos formales que garanticen el logro propuesto: “Escolarizar a niños y adolescentes fuera del sistema educativo atendiendo a su diversidad, pero con el objetivo fundamental de integrarlos a la sociedad como miembros activos de la misma, haciendo realidad el principio de “igualdad de oportunidades”.
Desde el comienzo de esta gestión el gobierno municipal definió que la prevención y la asistencia de la drogadependencia debían ser políticas de Estado.
Se definió el tema como un problema de salud pública, algo que mejoró la claridad del mensaje y las estrategias de abordaje al ubicar a la patología como un problema sanitario que ayudó brindar asistencia a las familias afectadas.
La inclusión de este programa en la estrategia socio-sanitaria de gobierno permitió un cambio de enfoque que nos hace ver más allá del consumo de drogas en sí mismo. Sino también que se relaciona con el 40% de nuestros muertos por accidentes de tránsito, el embarazo precoz de nuestras adolescentes, la violencia en las calles, los accidentes laborales, el maltrato familiar, y con buena parte de las muertes evitables.
La drogadependencia es una enfermedad que transcurre bastante lejos de los servicios de salud y, a veces, nuestras respuestas no han sido lo suficientemente amigables como para evitar esto.
También se debe tomar conciencia de que existen, por un lado, factores de clandestinización de la enfermedad que recaen sobre esta patología y no sobre otras y, por otro, factores de amplísima tolerancia para no reconocer que se padece la enfermedad cuando la droga que se consume goza de aceptación legal y social como sucede con el alcohol o el tabaco.
Esta enfermedad está en la calle, es una sociopatía, un síntoma social, un subproducto del consumismo como valor social, no un problema individual
o un síntoma psicológico de una persona. Todos nuestros programas deben ser de calle y esos dispositivos de trabajo necesitan del municipio y la sociedad toda. Al trabajar en los barrios y en los sitios con poca atención de la salud, nos metemos en donde esta patología transcurre.
Finalmente, en Río Cuarto la actividad de Recuperación de Residuos Urbanos, conocida como  “cirujeo”, es un trabajo informal realizado por las familias que viene desarrollándose a lo largo de años, en muchos de los casos como medio de subsistencia en otras a esto se  les suma como estilo de vida,  como identidad cultural.
 Las personas que se dedican a esta actividad constituyen un universo de 369 familias, las cuales pertenecen a los sectores mas vulnerables de la sociedad, puesto que la realidad sociocultural que atraviesan obstaculiza el acceso al mercado de  trabajo formal, pudiendo solo acceder a trabajos temporarios, informales o precarios que no garantizan la sustentabilidad económica para la familia, ubicándolos en una situación de exclusión laboral, vulnerabilidad e inestabilidad permanente.
En los últimos años, debido a la crisis socio- económica, se han incorporado a esta tarea familias cuya falta de trabajo o posibilidad laboral se encuentran excluidas del mercado de trabajo formal producto de las exigencias socio- culturales del mercado laboral. Además del bajo nivel de ingreso, otro de los factores que producen la exclusión social que atraviesa esta población, es el bajo nivel de instrucción y la falta de capacitación especifica en alguna actividad, que imposibilitan el acceso a otras oportunidades laborales, pudiendo solo acceder a trabajos de baja calificación.
Por estas razones y partiendo del reconocimiento y valor de la actividad del cirujeo, desde el programa se toma al recuperador como sujeto de derechos, portador de recursos, fortalezas y capacidades, teniendo en cuenta su rol activo en la sociedad. Se reconoce que el trabajo del cirujeo es importante para la ciudad, ya que contribuye a la limpieza de la misma y es el medio de subsistencia de 369 familias.
El Programa Recuperadores Urbanos de Residuos se centra en los fundamentos  de la Economía Social para contribuir en la mejora de los ingresos de las familias, logrando un desarrollo integral y una ciudadanía plena.

Es por todo lo expuesto que creemos conveniente e indispensable la creación de un Fondo Social Voluntario para la atención de los programas Sociales vinculados con la protección de niños en situación de riesgo.

 

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