¿Porqué nos enfermamos?

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Básicamente, el título es erróneo. No existe nada más vano que
hablar de enfermedad, pero es la manera de empezar a entenderse. Lo
correcto es hablar de salud, ya que la enfermedad como tal no existe, nadie la ha visto nunca, ni la midió, ni la pesó ni la encerró en una probeta.-
 También, el evocar la palabra enfermedad, en vez de salud, hace que
inadvertidamente la estemos atrayendo. Esto no será entendido por
muchos, pero si estará en la comprensión de los que entienden al ser humano como algo total.

 Nadie duda que el sistema «oficial» o comercial de salud, trabaja
para la enfermedad. A lo largo de generaciones se nos metió esto en la
cabeza y es difícil despejarlo. El maquillar algunos síntomas, es
entendido para este sistema como sinónimo de «Curación» y hasta el paciente más distraido sabe que sistemáticamente habrá una recaída y que cuando más se «maquillen» o supriman los síntomas, más en profundidad se localizará el daño. Se trabaja para cronificar la falta de salud, asegurando clientes
in eternum para un sistema perverso que prioriza el dinero por sobre el
género humano.-
 ¿Porqué abandonamos el estado de salud? No pasa por el desgaste de
los años y esto es evidente e indiscutible. Filosoficamente se dice,
que el conocimiento de la finitud del hombre, el saber que algún día morirá,
es lo suficientemente poderoso para arruinarle su pequeña vida. De acuerdo,
pero esto es multicausal. No existen hechos en el universo que se puedan
atribuir a una única causa.-
 También se hablará de los contaminantes, en la alimentación, en el
agua, en el vestido, en el aire, y tienen su razón de ser, aún cuando
estos temas suelen ser manejados a discreción y en muchos casos son alejados de la verdad. Hoy casi nadie alberga dudas, publicidad televisiva mediante, de qué es lo mejor para su salud, para la constipación, para las defensas, para la osteoporosis y temas varios, aún cuando se sabe que técnicamente, todo esto es mentira. No todos tienen acceso a esta información técnica.-
 Se vive mal, no es novedad, y cuando se profundiza en la vida del
paciente (dejando de lado sus síntomas) siempre se llega a la misma
conclusión: perdió su salud por no poder enfrentar la realidad. Se le
llamen nervios, stres, factores emocionales o espirituales, lo importante es
que generalmente algo en la vida de esa persona se quebró y nada volverá a
ser como antes. Bien, pero estimo que deben ser pocas las personas que no
sufren estas situaciones en los millones de almas que pisan este planeta, pero
no todos se enferman. ¿Cuál es la diferencia de los afortunados? Ninguna
medible, solo es cuestión de actitud. La vida es muy corta para
tomársela en serio. La salud es muy importante para dejarla en manos de los médicos (Viejo dicho de los profesores de la Universidad). El no poder
conseguir lo que se desea es factor de pérdida de salud. El dar demasiada
importancia a  cosas que no la tienen es otro factor. El entender que cada uno es imprescindible para uno mismo, es factor de salud total. El entender
que no hay nada más maravilloso en la creación o evolución, que uno mismo, es empezar a transitar el camino correcto. Si las definiciones más
acertadas de salud, hablan del hombre en armonía con si mismo y con el entorno, y de  su capacidad de crear, o de modificar ese entorno; es fácil entender porqué hay tantos enfermos en una sociedad que masifica, que impone imágenes y que discrimina al que no entra en sus estándares.-
 El solo hecho de pensar distinto que lo normatizado ya es una manera
de empezar a buscar salud en las propias respuestas. La maravillosa
máquina biológica que es el cuerpo humano, tiene un sistema inmunitario
sumamente capaz, tiene capacidad para autorepararse y tiene macnismos
instintivos, de bioreglaje, que puedan efectuar una curación, cuando algo se salió de su carril. El sistema médico hegemónico, le ha «quitado» al ser humano el derecho a ser partícipe de su curación. Eso debe ser dejado en manos del médico y el sistema, y así nos va…
 No hay recetas en esto, si la intención es hablar de porqué
enfermar, no de cómo sanar, no se dan recetas mágicas ni milagrosas, ni
buenos tratamientos ni malos. Cae de maduro que siendo distintos todos
los seres humanos, cada uno debe encontrar sus propias herramientas o
recetas.-
Dr. Julio Cesar Díaz
Médico Homeópata
 epumer@infovia.com.ar

23/04/07

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