No esperar que el sol esté muy alto

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Todo comienza cuando en un Congreso sobre Salud Mental al cual concurrimos recientemente, donde dialogamos con dos psiquiatras ecuatorianas, de la ciudad de Cuenca, Dra. Elma Ortega, Jefa de Servicio del Servicio de Salud Mental de esa ciudad y su ayudante Dra. Myrian de Souza, que ese momento estaba realizando una pasantía en la Universidad de La Plata. Ambas colegas nos relatan un problema social serio que ocurre y probablemente se agravará en su ciudad, que nos parece interesante y reflexivo compartirlos con todos los lectores, ya que entendemos que la temática es sumamente interesante y compleja, por las consecuencias que generan ya. Su angustia radica que no tienen en este momento estrategias adecuadas para afrontarlas.

 

 

La historia la resumiríamos de esta manera. En la ciudad de Cuenca, Ecuador se sufre los embates de estrategias liberales con sus consecuencias de desocupación cada vez mayores, situación que se ve reflejada en la prensa que describe las grandes masas emigratorias (1.60 %) de su población, principalmente hacia España (47 %). En el caso específico de Cuenca, distinto de Quito y Guayaquil que comenzaron hace 4-5 años, este fenómeno arranca lentamente en al década del 80, siendo el caudal emigratorio constituido principalmente por sexo masculino. Aquí está lo incierto. Estas personas migradas ya instaladas, no regresan a sus hogares, con todo lo que esta situación conlleva; mantienen su vinculación familiar con el envío del dinero fuerte en euros.

Este dinero, según las estadísticas y ratificado por las colegas mencionadas, es utilizado por las mujeres de su esquema vincular en un 54 % para la mantención del grupo, un 20 % para la educación de sus hijos y un 10 % para pagar deudas. No se registran un caudal de inversión ni enriquecimiento.

Es tan importante las remesas enviadas por estos emigrados que se han convertido en el segundo rubro de divisas al país después del petróleo.

Este lento proceso en avance ha repercutido en las redes sociales familiares que soportan este flujo poblacional, ya que los hombres no retornan, por lo tanto se han enraizado nuevos modelos familiares en esa ciudad. Numerosas familias no tienen al padre nutriente presente y con madres con poca educación, acostumbradas a recibir paupérrimas cifras por parte de sus compañeros que siempre representaban la seguridad, el orden y el poder legislativo en el entorno familiar, tanto en sus mujeres como en sus hijos. Las abuelas inician un protagonismo y rol sustantivo, dentro de este nuevo y paradigmático modelo familiar.

¿Por que decimos esto?, porque al decir de éstas dos psiquiatras ecuatorianas, esas madres, al poseer  y disponer de dinero sin rendir cuentas, con desorden y sin inversión, decidieron comenzar a frecuentar lugares nocturnos, a prostituirse, vinculándose con bajos elementos donde el valor dinero las hacen valer. Se desmembró el rol materno con sus hijos. Obligatoriamente este rol fue tomado efectivamente por las abuelas, asumiendo con ese papel algo que genera en el niño y adolescente una disfunción y desorden de su personalidad ante dos “ausencias”: su padre emigrado y su madre con conductas elegidas libremente que optaron por una vida que altera el vínculo maternal. La abuela no posee la capacidad para abordar, en su totalidad, los problemas de esos hijos.

¿Imaginábamos nosotros en pleno avance tecnológico del siglo XXI una sociedad “sin hombres”por las razones explicadas? Las efectos, a nuestro entender, son sumamente complejos, pero podemos avanzar que los principales protagonistas de esta “disfuncionalidad vincular”, son los niños y adolescentes que no tienen que ver con esta “orfandad funcional” del padre, por una necesidad económica y de la madre por una actitud elegida.

 

Estas psiquatras expresaron su preocupación porque los niños desde edad temprana muestran actitudes autistas a través de conductas adictivas, no solo con la droga sino a través de adicciones a: juegos en red, TV, PC, celulares, etc. Que los aislan del mundo circundante.

De golpe se nos presenta la novela “Un mundo feliz” de A. Huxley,  el cual aborda un modelo de sociedad donde aparentemente está todo solucionado, lo cual no es así, porque el hombre es falible y sus modelos en consecuencia también son falibles. Uno de los temas de nosotros, como responsables educadores y especialistas en salud mental, es que tenemos que profundizar en las contradicciones sociales y humanas, señalando el mal y el sufrimiento que asimismo se inflige.

También nos recuerda una parte del texto de Platón en La República, que establece la estructura de una ciudad ideal, para cumplir el deseo de vivir en un mundo mejor, y de intervenir en la vida de esa ciudad y ser protagonista para obtener una situación superior.

La ansiedad y compromiso profesional de estas dos jóvenes colegas, que comprendimos inmediatamente, radica en lo perciben va a ocurrir en el futuro en su ciudad, que resumimos en esta metáfora de Aldous Huxley “Ya estaba el sol muy alto cuando la ciudad despertó, pero continuó tendida un momento parpadeando ante la luz con una incomprensión de buho; luego bruscamente recordó todo. Y se cubrió la cara con las manos”

 


Lic. Elena Farah
Dr Eduardo Medina Bisiach
Rio Cuarto
27/03/07 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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