Más allá del crecimiento del 2007

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Hace unos días los diarios publicaron que la inversión en Argentina creció en el cuarto trimestre del año 2006 un 14 %, cuando en el 2005 el incremento había sido del 27 %. Los economistas empezaron a decir que había una luz amarilla. Los diarios que hay temor en el Presidente. En realidad lo ocurrido se debe a la caída en el ritmo de la construcción lo que resulta lógico después del avance que esta ha tenido en los últimos años.

¿Entonces qué significa exactamente eso?. ¿Es un pronóstico de malos tiempos por venir?. No en lo inmediato, si en el medio plazo. La inversión está en algo así como el 22 % del producto, y un crecimiento del 14 % indica que este año se puede esperar un impuso adicional a ese sendero de acumulación. Lo que sucede es que a medida que se crece, mantener un ritmo excepcionalmente alto como el que ha tenido el país en los últimos 4 años se hace cada vez más difícil. Sin embargo Argentina tendrá otro buen año con una tasa de crecimiento positiva.
Las cifras del 2006 indican que la industria creció casi un 13 %  y que este año aun en el periodo de vacaciones donde todo se desacelera un poco, el crecimiento industrial ha sido en el primer bimestre de casi 7 %. Hay que destacarlo bien la industria está un 16 % mas arriba que el máximo pico histórico anterior. Hace 52 meses que la industria manufacturera no para de crecer. Casi cuatro años y medio de ir para adelante.
Lo que interesa recordar aquí es que la tasa de crecimiento depende no solamente del ahorro y la inversión sino también del rendimiento de los recursos o sea la productividad. Esto se expresa en la relación que existe entre el producto y el capital utilizado para esa producción. Por ejemplo suponiendo que el producto del país sea de unos 600.000 millones de pesos y el stock de capital de 2.400.000 millones, se requieren unos 4 pesos de inversión por cada peso producido, esto resulta en un coeficiente de 0,25. En Argentina no hay acuerdo sobre cuanto es en realidad ese coeficiente pero se lo estima alrededor de 0,33 o sea que se necesitan unos 3 pesos para producir 1 de ingreso nuevo. Las dudas sobre el número final indican que no hay acuerdo sobre cual es la cifra referida al Stock de capital total que el país tiene.
Suponiendo la relación sea de 0,33 se puede aproximar el crecimiento para este año a partir del ahorro y la inversión. Si el crecimiento de la inversión fuera cercano al 27 % como en el ultimo trimestre del 2005 el crecimiento sería cercano del 9 % (0,27/3) o sea que la cifra del año pasado de un país creciendo al 8,5 es bastante cercana a esa estimación. Por otro lado, si el crecimiento de la inversión fue apenas del 0,14 en el ultimo trimestre  del 2006 y la cifra se estabilizara para todo el año entonces el crecimiento así estimado sería aproximadamente del 5 %  (0,14/3) una cifra menor que la del 2006 pero todavía nada despreciable. En todo caso sería inevitable la sensación de que habríamos entrado en una fase de descenso en la tasa de crecimiento con el consabido malestar que eso genera. Este es el resultado inevitable de un país que basó su crecimiento en la construcción, celulares y la soja, mientras el aumento de la productividad vía el progreso técnico queda demorado en el excedente metido en casas, autos de lujos y no en el desarrollo de la investigación y el desarrollo.
La conclusión es obvia o el país aumenta su tasa de crecimiento de la inversión, o aumenta su productividad o habrá nubes en el medio plazo, justo cuando el nuevo presidente de la Nación deba asumir su mandato. En ese contexto, no alcanzará ni seguir construyendo edificios, ni cambiar los teléfonos móviles ni la patria sojera o vivir de retenciones. Habrá que empezar a mejorar la institucionalidad, la educación, la investigación y el desarrollo, la productividad y a pensar seriamente en integrarnos a la economía mundial de una forma más prolija. ¿Será este el comienzo de un nuevo estilo Presidencial?  El tiempo dirá…
 Roberto Tafani

20/03/07

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