Lo posible desde la aparente imposibilidad

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Hacia una nueva Ley de Educación, el debate, las opiniones del Ministro de Educación, lo que es y lo que debería ser. La opinión de la Lic Elena Farah en este artículo.

Reflexionando los conceptos vertidos por el Ministro Filmus, respecto a la nueva Ley de Educación hoy en debate, pareciera que la aspiración del Estado/ educación es lograr un viraje en el modelo productivo a través de procedimientos y estrategias tal como lo hicieron Corea, Irlanda y Finlandia. Objetivo más que óptimo y sublime ya que especialmente Finlandia comenzó a trabajar en su proyecto y en el cambio educativo que se había propuesto a partir del año 1960. No es un dato menor ya que hoy se encuentra con un producto educativo eficiente, coherente con el proyecto país; pero no nos olvidemos, si utilizamos bien los algoritmos matemáticos, ya han pasado cuarenta y seis años desde que este país se propuso el cambio educativo, cuyo resultado después de evaluaciones y monitoreos constantes y sistemáticos del proceso seleccionaron, sin olvidarse del micro y macrocontexto social que caracteriza a su tierra, los mejores procedimientos para optimizar su identidad cultural, sus raíces etnográficas y su historia, incluyendo en el mismo la variable de lengua, la diversidad cultural y pluralismo, que caracteriza a nuestra aldea global al decir de E. Morin; planeta tierra que está inmersa en un constante devenir migratorio inesperado en unos casos y en otros predictivo por el acontecer económico histórico.
A mi entender la idea del Estado sería lograr una persona con competencias a nivel internacional, situación que existe en muy pocas instituciones hoy en la Argentina, desde hace muchos años, donde desde el vamos manejan igualitariamente dos o tres lenguas, estrategias de comercialización para poder competir en el mercado que se pretende alcanzar hoy, a través de este debate.
Esto solo se logra con una alta calidad de educación. Me parece pertinente recordar que Finlandia preparó a todos lo formadores de formadores, cambiando todas las curriculas y exigiendo, pero dando a su vez la oportunidad de lograrlo, a todo docente que estuviera frente a un curso inicial, primaria o media, tuviera un título de grado. Esto significa que amplió y prolongó la preparación de aquellos que iban a tener la responsabilidad de educar a las nuevas generaciones y sus dirigencias.
De allí, inferimos que la posición por su nivel de preparación alcanzada, sea considerada de privilegio y ubicada como modelo de calidad educativa.
 Se me ocurre una pregunta…¿Si Finlandia tardó mas de tres décadas en la formación de sus docentes, como haremos nosotros para emularla aunque sea en un pequeño porcentaje para lograr algo en los próximos años?
Aunque sea algo escéptica en saber el cómo, o sea con que estrategias y elemento humano haríamos estas transformaciones, que es el problema cardinal de éstos virajes,
creo que la propuesta de nuestro ministro no deja de ser buena, si la despojamos de toda intencionalidad política propia. Escéptica también porque estamos acostumbrados a proyectos a corto plazo imitando a la cultura de la inmediatez y el beneficio de impacto (electoral o económico), nunca a plazos prolongados que son los que provocan los verdaderos cambios históricos.
De todas maneras, destaco la importancia de la convocatoria para esta iniciativa que seguirá debatida para luego ser tratada en el Congreso Nacional. Debe existir el disenso, por lo cual coincido con el ministro, pues tenemos tendencia o pretendemos sacar comprensiones y conclusiones a través de coherencias e identidades ya establecidas, cuando las mismas hablan por si solas no aportando nada nuevo; y, viene a mí esta reflexión, y digo: pienso en los mecanismos de memoria que habitan nuestras subjetividades y no nos aportan nada. ¿No sería el camino adecuado buscar la comprensión y el entendimiento, y porque no el conocimiento, a través de sus mismas contradicciones? Pienso porqué olvidamos y no porqué recordamos, pues así sí nos aportaría información de la vida y la realidad.
En esta ocasión coincido con Max Weber que decía “es completamente cierto, y así lo prueba la historia, que en este mundo no se consigue nunca lo posible sino se intenta lo imposible, una y otra vez”
LIC. Elena. T. Farah    
Lic. En Administración y Gestión de la Educación
Egresada de Univ. Nacional de Gral. San Martin (BA)

25/07/06

  

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