La irrupción de los biocombustibles en el escenario internacional mantendrá altos los precios de los granos que produce la Argentina durante los próximos años. Según los expertos, el país debería incrementar todavía más su producción agrícola, para aprovechar esta situación.
Los especialistas fueron convocados por la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales para debatir sobre los escenarios para la producción nacional ante la aparición de una nueva demanda para los commodities agrícolas, a partir del fuerte impulso que varios países están dando a la producción de etanol (originado del maíz) y el biodiésel (se fabrica con soja). El tema despertó interés a muchos.
Lo ideal sería seguir produciendo alimentos porque ése es el rol esencial del sector, pero a la vez no se debería dejar de incursionar en este nuevo negocio. Se debería tomar el gran desafío de conciliar las dos cosas.
Este tema debe manejarse con mucha cautela. Hoy los países desarrollados impulsan que los combustibles fósiles sean mezclados con biocombustibles en cerca del 5% y eso ya presiona los precios agrícolas. Si ese corte se elevara a 10%, se necesitaría 30% de la superficie sembrada en EE.UU. y 50% de la de Europa. ¿Es esto es sustentable?. El aumento de la demanda de cultivos para etanol producirá precios más altos e inestables y esto podría generar distorsiones.
Con la política de impulso al sector, los mayores beneficiarios serán los países en desarrollo que, como la Argentina, tienen posibilidades de incrementar rápidamente su producción agrícola.
Europa pretende llegar en 2010 a 12 millones de toneladas de producción de biodiésel, por lo que debería producir «20 millones adicionales de toneladas de semillas». Pero como esa meta resultaría imposible de cumplir, posiblemente crezcan las importaciones desde países como la Argentina.
Fundación EGE
03/04/07